Hoy, subiendo al avión, al saber que la pasajera del delante era de Palm Springs, otra persona le ha hecho la pregunta inevitable, apenas 24 horas después de las elecciones norteamericanas. La señora ha dicho que le daba igual quién había ganado, porque ninguno de los dos candidatos no iría a su casa a hacer una barbacoa. La otra persona le ha contestado que sí era interesante, porque podía cambiar el precio de su barbacoa. La señora ha admitido que había votado al señor naranja. La otra también estaba contenta por los resultados, y yo me he puesto nerviosa por el cariz de la conversación y he dejado de escuchar.
Pero me han hecho pensar, y ahora estoy sentada en el avión escribiendo, porque siento que tengo que compartir esta reflexión. Estoy perpleja y, sinceramente, no podemos continuar esperando que pase algo que cambie la tendencia.
Hace años que vemos cómo hay cambios muy relevantes en nuestra sociedad y, en algunos casos, estamos recogiendo lo que hemos ido sembrando, y esto ya es insostenible.
Tened un poco de paciencia, por favor, con el artículo de hoy, que puede parecer inconexo, pero si leéis hasta el final, ya veréis que no lo es.
Ahora pensad en las reacciones sobre la gestión de las devastadoras consecuencias de la DANA. Estamos rodeados de gente que sufre, que ha perdido a sus seres queridos o todo lo que poseía. Y continúan apareciendo mensajes de odio en las redes sociales, y asisto atónita a grupos de WhatsApp donde conocidos y amigos comparten memes de políticos o mensajes solo de rechazo a la clase política, la monarquía, los gestores... Y cada vez más agresivos y subidos de tono. A pesar de que no paramos de oír cuán importante es la compasión, hay un gran vacío entre teoría y práctica.
"A pesar de que no paramos de oír cuán importante es la compasión, hay un gran vacío entre teoría y práctica"
Por otro lado, soy socia de asociaciones que promueven la igualdad y, en concreto, la participación de las mujeres en el ámbito económico. Y últimamente, porque las participantes de estos grupos estamos envejeciendo y muchas superamos los 50 años, veo cómo van perdiendo sus trabajos corporativos. Porque en las constantes reestructuraciones de las empresas y los objetivos de crecimiento continuo, que normalmente son double digit como dicen los americanos, solo se cumplen si se reducen gastos. Y en la línea de gastos, las más seniors son las que más "restan" y, todavía no sé por qué, ellas parecen más prescindibles que ellos.
Hemos creado un grupo de apoyo de personas "en transición profesional". Y os traduzco lo que, desgraciadamente, esto quiere decir muchas veces: trabaja más, busca un trabajo menos remunerado o reconviértete en emprendedora, aunque no te guste. Y esto cuando todavía quedan mínimo 15 años de vida laboral. Es curioso que todo el mundo se llene la boca de capitalismo consciente, pero al fijar los objetivos, las corporaciones piensen que el crecimiento puede ser infinito. Otro vacío entre teoría y práctica.
He observado, porque trabajo en este ámbito, una correlación clara entre la ideología política que va ganando adeptos y la bajada de recursos destinados a la diversidad. Y me pregunto cómo impactará el señor naranja en esta tendencia. No solo me preocupa que haya disminuido su prioridad, sino el tono de las conversaciones, cada vez más agresivas e irracionales. Entiendo que derivadas del miedo y de la incertidumbre, pero nunca basadas en la realidad o datos objetivos. Otro vacío entre teoría y práctica.
Observo impávida cómo triunfan liderazgos totalmente demodé de lo que denominábamos "machos alfa" o "a ver quién grita más". Cuando llevamos años hablando de liderazgos compartidos, cursos de liderazgos inclusivos, cambios organizacionales para crear estructuras menos jerárquicas y llanas... Otro vacío entre teoría y práctica.
Como cada mes de noviembre, Forbes publica la lista de las 100 fortunas más grandes del país. Vemos pocos cambios y que se acumula más riqueza; este año, un +28%. Ah, y pasamos de tener una mujer a cuatro en este top pecuniario. A pesar de saber que la mejora de la distribución de la riqueza crea igualdad y disminuye la pobreza... Otro vacío entre teoría y práctica.
"Los psicólogos asocian el narcisismo a los negacionistas, porque al creerse más inteligentes que el resto, si no les gusta una teoría o no la pueden demostrar en primera persona, la descartan"
Acaba de finalizar la COP16, la cumbre global de la biodiversidad, y leo que no se han cumplido los objetivos y que de los 196 países participantes solo 31 han presentado un plan de implementación para lograrlos. La gran mayoría del planeta ha ignorado esta cumbre, porque parece que las Greta Thunberg han pasado a la historia. En cambio, vuelven a estar de moda tendencias tan pintorescas como los terraplanistas. Los he investigado, me parecen un fenómeno digno de estudio en el siglo XXI, y parece que psicólogos asocian el narcisismo a los negacionistas, porque al creerse más inteligentes que el resto, si no les gusta una teoría o no la pueden demostrar en primera persona, la descartan. Y en el lado opuesto encontramos a muchos jóvenes que sufren "ecoansiedad" por este mundo que nos estamos cargando poco a poco.
Eso sí, una nota positiva: todos estos personajes y teorías fomentan la creatividad. Yo misma no me puedo sacar de la cabeza la cancioncita de Eating the dogs and eating the cats.
Y ahora, como os he prometido, lo ligaré todo.
Me pregunto por qué hay estas "malas vibraciones" generalizadas, la cultura del "viva yo caliente..." y, sobre todo, por qué sabemos tan bien la teoría, pero fallamos completamente en la implementación.
Hace unos meses estuve hablando con varias personas que comparten mi preocupación y queríamos crear un observatorio de personas expertas, críticas y diversas (es indispensable implicar a todo el mundo, sobre todo si no pensamos lo mismo), para debatir y hacer propuestas de cambio consensuadas.
Y cada vez que nos vemos, decimos que lo tenemos que hacer. Otro ejemplo, con mea culpa, de saber la teoría pero fallar en la práctica. ¡Nos tenemos que poner YA!