Catalunya y el alma industrial, la periferia contra el centro

Disponemos de datos de la evolución económica de Catalunya por comarcas, desde el 2006 al 2019, del momento anterior a la explosión de la burbuja hasta el pre-Covid19. Son catorce años donde podemos comparar la evolución regional interna de Catalunya. A grandes rasgos, nuestra economía es nominalmente más valiosa en VAB en la fecha final (+31%), pero con unos cambios estructurales muy claros: el hundimiento de la construcción en valores absolutos y relativos (es un 64% respecto del 2006), un cierto retroceso agrícola (91%), una explosión de los servicios (148%) y un ligero aumento de la industria (114%).

Estos valores conjuntos no representan el papel de cada ámbito regional, puesto que las tendencias locales son divergentes. Pero yendo a los aspectos más destacados, podemos ver como, en industria, el crecimiento contrasta entre el ámbito de la región de Barcelona y el resto del país. Entendemos, por región, el Barcelonès, Baix Llobregat, Maresme y Vallès (Occidental y Oriental). Aquí hay dos tercios de la población de Catalunya y el peso más destacado industrial con la inercia más grande del sistema, pero no la dinámica más alta de crecimiento, la cual se habría producido más allá del ámbito barcelonés. Casi dos tercios (63,1%) del incremento de VAB industrial (2019-2006) se habría producido más allá de la región, la cual cuenta con la orden de solo un tercio de la población (36,2%), mientras que en la región metropolitana, con un tercio del incremento de VAB industrial (36,9%), tendría dos tercios de la población (63,8%).

Fuente: Idescat | Elaboración propia

Aparecen valores cambiados que denotan un hecho profundo, ignorado y muy significativo del perfil del país. La región barcelonesa continúa pesando el 60,1% del VAB industrial catalán, pero su dinámica se ha reducido en catorce años, porque ha perdido más de 3 puntos (era el 63,4% el 2006). Dentro de la región, el caso más destacado es el Barcelonès, la ciudad real de Barcelona, la cual ha perdido en términos absolutos peso industrial (es el 91,4% de lo que fue, es decir, ha perdido 8,6 puntos de peso absoluto), en un contexto en el cual crecía un 39% de VAB en conjunto y, destacadamente, en servicios (+53%). Todo ello con una reconversión interna muy marcada. Este ha sido el signo de la "ciudad global", pero la explosión de sus servicios no son lo único remarcable que ha sucedido en el país.

El Barcelonès ha hecho un poco el camino inverso al del interior de Catalunya, pesa el 37% del VAB (2019), cuando era el 34,7% (2006) y ha absorbido el 44,4% del total incremento de VAB catalán entre las dos fechas, pero por el camino de los servicios. No estaría de más poder responder a la pregunta de cuál es el papel del sector público en esta evolución y de hasta qué punto Barcelona no capitanea con similares condiciones de absorción del presupuesto público catalán, respecto de Madrid a escala española. Tema abierto, pero hay datos significativos de concentración de recursos estratégicos públicos.

Sin saber esta respuesta, aun así, podemos constatar que el VAB total por habitante es alto en el Barcelonès (10.505€ por habitante, respeto 7.036€ al conjunto catalán) pero que es mucho más moderado en relación con los ocupados, puesto que se sitúa por debajo la media catalana (65.677€/ocupado, respeto 68.784€ en Catalunya). Este hecho señala la concentración de ocupación en la capital, suministrada por su periferia, hecho que indica claramente su excedente de puestos de trabajo respecto a la población local ocupada, como también un sector servicios que no es tan fuerte económicamente como podría parecer (VAB 64.144€), con valores por debajo de su industria (83.435€), o la construcción en el mismo Barcelonès (70.737€).

Plano general de la ciudad de Barcelona | ACN

En esta evolución económica, quien se hace industrial es porque este es su único camino posible y hay territorios que lo hacen meritoriamente en este ancho, más allá de la región de Barcelona. La industria aporta valores de VAB 2019 que son, en el conjunto catalán, un 133% más altos que la media conjunta (91.717€ respeto 68.784€), mientras que los servicios (65.277€) solo superan la construcción (59.561€), pero quedan debajo la agricultura (68.520€) y la separan 38 puntos porcentuales de distancia con la industria. Parece, pues, lógico hacerse industrialista de opción. Lástima, pero, que la presencia de la industria al país no sea más grande, porque esta es la auténtica líder.

Dejaremos aparte el ámbito del Ebre porque su VAB industrial por ocupado se debe a la industria energética y no a una emprendería fabril. En el resto destacan, en primer lugar, la gran industria en el Camp (VAB 2019 por ocupado de 114.597€) y en el Baix Llobregat (112.797€), pero el resto de valores regionales son superiores siempre al sector servicios sean donde sean: Vallès (93.190€), Penedès (86.661€), Llobregat-Cardener (o Manresa, 83.796€), Barcelonès (83.435€), Ponent (81.919€), Girona (77.109€), Maresme (76.367€) y Ter-Fluvià (o Vic, 73.386€).

¿Qué es económicamente líder en Catalunya?- pese a la potencia de los servicios y su función como creadora de ocupación, la dinámica industrial tiene que ser puesta de relieve y esta ocupa una presencia general que no es debida en la capital, entendida como único buque insignia del país. El Barcelonès está rodeado de todo un País Vasco (el Vallès es una Bizkaia, el Baix una Guipúzcoa) y todavía hay un segundo País Vasco más allá. Esta consistencia regional tendría que impregnar cualquier mirada económica sobre el país y tendría que poner en relevo una regionalización interior de base productiva industrial, la cual se ignora, deslumbrados por la capital y creídos que más lejos solo hay periferia y desorden, y cuanto no ruralismo y poca modernidad metropolitana.