Finalmente tengo los 280 caracteres de Twitter activados, pero no los uso. No es fruto de ninguna actitud dogmática, sino que se debe de al hecho que soy de los extraños usuarios que usamos la aplicación Tweetbot en lugar del oficial de Twitter y todavía tenemos la limitación de los 140 caracteres. Supongo que no estarán demasiado a actualizarla, pero tampoco me hace perder el sueño. De hecho, podría desahogarme en 280 caracteres haciendo un tuit desde el web, pero me hace respeto.
En septiembre, Twitter hacía la prueba con unos cuántos usuarios a los cuales expandía el límite de los 140 caracteres: "Porque todo el mundo, sea de donde sea, se pueda expresar fácilmente en un tuit". Este "sea de donde sea" es relevante.
Resulta que según los datos que tiene Twitter (y tiene muchas) el 9% de los tuits en inglés llegan al límite de los 140 caracteres, con la consecuente frustración que esto provoca. Esto es uno de los motivos por los cuales muchos usuarios tuitin menos a menudo y finalmente lo acaben estela. No he encontrado los datos por las lenguas románicas, pero si tenemos en cuenta que una traducción del inglés al catalán ocupa un 10%-15% más, aproximadamente, ya os podéis hacer la idea (sí, aquí también nos toca sufrir).
El 280 no se aplicará ni al japonés ni al coreano ni al chino, que continuarán con 140 caracteres dado que su escritura permite expresar conceptos con símbolos que sólo ocupan un carácter de los 140. El otro día voy tuitar una cita en chino del Arte de la Guerra de Sun-Tzu y el que expresé en menos de 140 caracteres ocupaba unas seis líneas de texto en el equivalente en inglés.
"El 280 no se aplicará ni al japonés ni al coreano ni al chino que continuarán con 140 caracteres"
Ciertamente, la idea parece contraria a todo el que representa Twitter: brevedad, espontaneidad, síntesis, inmediatez... Y, ciertamente, el efecto de los nuevos tuits es extraño. Ver pasar un tuit de 280 caracteres por el timeline es como ver pasar un luchador de sumo entre los bailarines del Bolxoi. Cómo siempre que hay una novedad el pueblo ha hablado —el pueblo a Twitter!— y ha dicho que así no, que si hubiéramos querido Facebook, ya habríamos ido de entrada y que no nos toquen el Twitter tal como lo hemos conocido siempre. Ahora que todo el mundo tiene los 280 caracteres activados, los tuits de denuncia son constantes. A mí, y por el que veo a muchos usuarios, nos pasa que un tuit demasiado largo nos rompe el ritmo de lectura / escaneig y no lo leemos, nos lo saltamos, como si fuera un banner de publicidad de aquellos que salían a las páginas web antes de los ad-blockers.
Twitter ha compartido los datos de utilización de los 280 y sólo en el 5% de los casos los tuits sobrepasan los 140 caracteres, el 2% de los 190 y los que llegan hasta los 280 representan sólo el 1%. Parece que los números demuestran que finalmente el tuit-sumo no acabará rompiendo la experiencia de Twitter y ayudará a retener aquellos usuarios que se encontraban frustrados al llegar al límite, a aquellos de verbo prolijo y a los ionquis de las cadenas de tuits.
"La idea parece contraria a todo el que representa Twitter: brevedad, espontaneidad, síntesis, inmediatez"
Desde martes que todos los usuarios somos iguales ante Twitter y ya tenemos los 280 caracteres activados. El arte de escribir un tuit que sobrepasaba en 80 caracteres los 140 permitidos, reescribirlo, cambiar los posesivos por "mundos", "tonos" y "sus", encadenar hasta cuatro pronombres débiles, crear abreviaciones imposibles, cambiar artículos por números, repensarlo unos cuántos golpes, priorizar el que es esencial y, finalmente, acabar viendo orgulloso un 0 en el contador de caracteres, se perderá.
Ahora ya no habrá que pensar por tuitar según qué. Me recuerda la célebre frase de Mark Twain: "No he tenido tiempo de escribirte una carta corta, y es por eso que te he escrito una de larga". No se podía decir mejor, y todavía le faltan 44 caracteres para llegar a los 140. Me voy a tuitar-la.