En el ámbito empresarial nunca habían existido tantos medios ni vías de comunicación. Actualmente, ya no es necesario desplazarse del despacho para poder mantener una conversació, llegar a un acuerdo o cerrar un negocio con una persona a la otra banda del mundo mirándola a los ojos a tiempo real. La tecnología para transmitir el mensaje ha evolucionado muy rápidamente, pero la formación necesaria en habilidades no lo ha hecho de forma simultánea. En un mundo tan especializado y competitivo, "negociar" no es nada fácil y todavía menos si no disponemos de las herramientas necesarias, corriendo el riesgo de hacerlo poco profesionalmente, perdiendo oportunidades que se traducen en tiempos, rentabilidad y en un deterioro de las relaciones.
Cuántos golpes al día tenemos que negociar con proveedores, clientes con nuestros socios? Cuántas veces intervenimos en negociaciones? Podemos afirmar que en estas negociaciones ordinarias o extraordinarias, cotidianas o puntuales, logramos el máximo beneficio posible por todas las partes implicadas? Sabemos negociar realmente?
Mi recomendación, como profesional de la mediación y de los sistemas alternativos de resolución de conflictos (ADR), es que hay que tomar conciencia de esta necesidad real de aprender la habilidad de "negociar". No importa si estamos ante asuntos relacionados en el ámbito financiero, industrial, comercial, tecnológico, judicial e incluso político, los resultados dependerán en gran medida de manera en que se desarrolla el proceso de negociación.
Es cierto que muchos profesionales negocian de forma intuitiva, no obstante "negociar" es una habilidad o competencia que podemos aprender, entrenar y mejorar.
"Cuántos de nosotros creemos que sería necesario diálogo y una negociación seria y respetuosa?"
El prestigioso método desarrollado en 70 por los profesores Ficher, Ury y Patton de la Universidad Harvard, surgido del estudio práctico de casos de empresas con acuerdos exitosos, te enseña siete aspectos básicos a tener en cuenta para llegar acuerdos sin perdedores. Demuestra que en las negociaciones que se obtienen mejores resultados son aquellas donde los participantes se dedican a explorar los intereses de las partes involucradas, a analizar alternativas, a desarrollar opciones creativas y a apoyar a estas últimas con criterios objetivos de legitimidad, fomentando la comunicación y la relación entre las partes a largo plazo.
De hecho, en los tiempos que nos ha tocado vivir, cuántos de nosotros creemos que sería necesario diálogo y una negociación seria y respetuosa?, cuántos de nosotros querríamos tener buenos resultados a largo plazo para todas las partes implicadas?