He escuchado en los medios el anuncio que ha sacado Correos. Es muy curioso. Hace un elogio a la pequeña y mediana empresa. La campaña se titula "La fuerza de un país". Una voz en off habla en primera persona del plural como si representara a todos estos pequeños y medianos empresarios españoles. Les detallo el texto de algunas frases. Intentan describir lo que es, lo que significa, una pequeña o mediana empresa.
- ...porqué somos capaces de aguantar un turno a 40 grados (centígrados),...
- ...de compaginar una lactancia un trimestre sin cerrar,...
- ...creamos más de 10 millones de empleos,...
- ...aunque llevemos nuestros productos a fuera, nuestros impuestos se quedan aquí,...
- ...somos capaces de saltar sin una red de inversoras,...
Al final del anuncio, una voz femenina que habla en nombre de Correos ofrece su red logística a todas las pequeñas y medianas empresas.
Cómo podrán observar, el texto es colosal. Qué quieren que les diga. Cuando lo escuché por primera vez quedé tan impresionado que, si me pinchan, no sangro. Hay que tener cara dura por, siendo Correos, realizar esta descripción de los pequeños empresarios. Y utilizar 45 segundos cuando, simplemente, podrían poner una voz que representara los empresarios diciendo: "Somos y hacemos todo aquello que Correos y sus funcionarios no son ni hacen". ¡Pam! Unos 5 segundos, aproximadamente.
Debemos reconocer, sin embargo, que Correos, en este anuncio, lanza dos reflexiones implícitas. La primera es un cierto agradecimiento cuando le hacen decir al empresario "...nuestros impuestos se quedan aquí...". ¡Cuidado con el bolsillo de los funcionarios de Correos! A pesar de todo, para ser realistas al ciento por ciento, esta frase sobre los impuestos tendría que continuar diciendo "...y que sirven para pagar a los funcionarios de Correos, ¡muy a pesar mío!". La segunda muestra de reconocimiento que hace Correos es hacia ellos mismos. Demuestran que se quedaron con el reloj parado hace muchos años. La música de fondo del anuncio es "Suspiros de España". No podía tener un trasfondo más nostálgico y de pandereta. Típica de anuncio del periodo nacional-sindicalista.
Correos y Renfe son dos organizaciones de trabajadores (llamarlas empresas constituye un insulto a la inteligencia) que han sobrevivido a Franco
Y es que Correos es una de las dos organizaciones de trabajadores -denominarlas empresas constituye un insulto a la inteligencia- que han sobrevivido a Franco. Porque la otra es RENFE.
Hace unos días viajé a Zaragoza con el Tren de Alta Velocidad que crearon los franceses y que aquí denominamos AVE cómo si España hubiera tenido algo que ver (tecnología francesa, complementada por los alemanes y todo pagado por la Unión Europea). Bien, arrogancia que no cesa. El caso es que los cuatro asientos que tenía enfrente, con mesita, fueron ocupados por dos empleadas de RENFE. Pasó el revisor, que iba ataviado como antes iban los interventores de agencia del Banco Hispano Americano, y les dijo: "Si viene alguien os levantáis". "No te preocupas Paco. ¡Es que tenemos que trabajar!". Curioso. El revisor ya no volvió a pasar. Y lo único que hicieron aquellas dos bípedas fue no trabajar. Estuvieron todo el trayecto charlando y chismeando. "¡Yo libro el martes!". "Nosotros este año nos vamos a Disney París!", etc. Cuando desembarqué hacía rato que dormían. Agotadas, pienso, de sí mismas. Estuve a punto de comprarles un café con leche con un cruasán a la carretilla que pasaba para que, cuando despertaran, no se encontraran fuera de lugar.
Todo el mundo sabe que por muchas inversiones que se hagan en Cercanías de Barcelona nada mejorará sensiblemente si las continúa operando RENFE -los funcionarios de la cual se niegan a ser traspasados a Ferrocarrils la Generalitat, míralos que "bonicos"-. Me lo confirmó la infatigable señora Mercè Sala (q. e. p. d.), que me explicó alguna vez las cosas que vio mientras fue presidenta de RENFE.
Franco gobernó 13.382 días. Y hoy se cumplen 17.008 días desde que murió (un 27 % más del tiempo que el que él gobernó). Todavía existen dos organizaciones (Correos y RENFE) que continúan como si nada hubiera pasado. Ustedes mismos.