Como alemana que trae más de 20 años en España hay una cosa que me sorprende en este país. Mientras el paro sigue siendo una de las principales preocupaciones ciudadanas, según el último CIS, pocas medidas efectivas se toman para solucionar la desocupación juvenil que consigue el 42'2%, un dato que tendría que alarmarnos a todos. Una experiencia llevada a cabo con éxito en algunos países como Alemania es la Formación Profesional Dual, un sistema educativo que combina estudios y trabajos relacionados de forma paralela. Qué es realmente la FP Dual? Por qué tiene tanto de éxito en Alemania y por qué está resultando difícil su aplicación en España?
El modelo alemán de FPD
Es el que en los últimos tiempos se conoce como "educación a Merkel", la Formación Profesional: un método de aprendizaje muy tradicional en Alemania, que consiste a estudiar y trabajar en paralelo. Porque allá "lo estudias o trabajas" no existe. Desde la escuela, los jóvenes alemanes realizan prácticas en empresas. Empiezan a los 14 años y, a partir de entonces, durante todos los cursos pasan por una experiencia laboral de dos semanas.
También cada verano buscan prácticas que los ayuden en su orientación profesional o algún tipo de trabajo. En este país y en el norte de Europa, el más habitual es la combinación de formación y trabajo. Este es uno de los motivos por los cuales la Formación Profesional Dual funciona. Porque los jóvenes, acostumbrados a tocar realidad, quieren cosas prácticas y no sólo teoría. Además, estudiar se entiende como algo práctica y con aplicación inmediata, el conocido learning by doing.
En Alemania un 66% de los jóvenes se deciden por una Formación Profesional Dual después del Bachillerato. También hay que no hacen el bachillerato y van directamente a esta formación o quienes van a la universidad y lo cursan después. No se puede trabajar sin haber pasado por la FP. Consiste en la preparación paralela a la empresa y en la Escuela Profesional o, dentro del ámbito universitario, en la Escuela Superior de formación dual. Son aproximadamente tres años de 50% prácticas y 50% teoría y hay tantos ciclos de FP como profesiones, unos 70 duales universitarios y centenares para la escuela profesional.
Así, durante varios años los jóvenes van aprendiendo en las empresas y realizan un programa interno pasando por los varios departamentos. A su vez, reciben formación teórica y cuentan con un tutor dentro de la empresa. Este "mentor" los acompaña y es el responsable que el proyecto de la FP sea estratégico dentro de la compañía. Igualmente perciben un sueldo mensual, que cada año aumenta. Este salario es importante; reconoce su trabajo y facilita su independencia. Por este motivo los jóvenes alemanes marchan de casa de sus padres con 18 años. La FP los ayuda a hacerlo.
Por qué funciona este sistema?
Después de tres años, este joven de 21 años es un talento interno, conoce la compañía en profundidad y ha sido formado desde dentro. Los empresarios tienen la certeza que el que un candidato ha aprendido, lo sabrá poner en práctica. No contratan un estudiante de la universidad que no ha trabajado nunca o que sólo ha hecho algunas prácticas, sino al revés. Otros aspectos positivos son que la compañía mejora su competitividad y que ahorra en gastos de selección de personal, que pueden llegar a ascender a los 10.000 euros. El coste de formación del joven, que puede estar alrededor de los 30.000 euros, se percibe como una inversión en el medio-largo plazo.
Frenos de su aplicación en España
Sin duda, los problemas de obtención del crédito en España son un freno para invertir en procesos formativos que serían beneficiosos para el empresario. Con el inicio de la recuperación económica, el crédito ha empezado a fluir, pero no de forma suficiente. Una lástima en un país con unas cifras escalofriantes de paro juvenil, con una fuga de cerebros y talento constante, y con una percepción por parte de los jóvenes de tener poco futuro a su país.
La cultura del corto terminisme también es importante. Hay que tener confianza y apostar por una "cantera" que esté implicada y comprometida con la empresa, que lo haya vivido yhaya crecido. Existe una cierta desconfianza a formar profesionales y que otra empresa saque partido de esto. Se tiene que tener fe en el bien común y confianza en que los jóvenes se quedarán un tiempo con nosotros por el valor y beneficios que ofrece nuestra empresa. Y que, en cualquier caso, el movimiento entre empresas de estos jóvenes formados será en beneficio de todos.
Finalmente, el descrédito reputacional de la Formación Profesional a nuestro país es un flaco favor a unos jóvenes que necesitan orientarse al mercado profesional. No todos los caminos pasan por una universidad que hoy en día vive un poco desconectada de la realidad y las necesidades de las empresas. Dar valor al oficio ayudaría muchos jóvenes desorientados y metidos en carreras que a menudo no desean seguir.
Por estos motivos, muchos profesionales del sector reivindicamos una formación que ayude los jóvenes a encontrar su camino en el mundo de la empresa y a las compañías a contar con jóvenes que tienen la formación que se adapta a ellos y que se integran en el mundo laboral a edades tempranas.