Este enero murió Zygmunt Bauman, filósofo y sociólogo considerado uno de los más importantes en Europa de los últimos años. Bauman describía un mundo donde todo cambia tan rápidamente que se ya no busca la acumulación de las cosas sino disfrutarlas brevemente mientras se tiene acceso a ellas.
De aquí se deriva el concepto de educación líquida. El adjetivo proviene de la característica de los fluidos, donde lo más importando no es el espacio que ocupan sino la adaptación constante de forma a lo largo del tiempo. Bajo este concepto, la educación se concebiría como el producto que genera conocimiento desechable, dejando atrás el concepto de conocimiento para toda la vida.
El gran reto, pues, es transformar los procesos de conocimiento internos a las empresas para construir una cadena sin solución de continuidad de experiencias y aprendizajes de alto impacto y de utilidad inmediata. Muchos habremos sufrido la veloz obsolescencia de las bases de datos de conocimiento que hemos intentado construir buscando de asegurar la centralización del conocimiento disperso entre varias personas de la organización.
"Muchos habremos sufrido la veloz obsolescencia de las bases de datos de conocimiento"
Los intentos que yo he liderado han causado frustración en todas las partes: aquellos que buscan información útil la encuentran desactualitzada, aquellos que lo tienen que poner no le encuentran sentido a dedicar tiempo, y los que se responsabilizan se enojan con quienes no han hecho el trabajo de colaborar. Hay que encontrar nuevas fórmulas, donde a buen seguro las capacidades audiovisuales tendrán un papel relevante, con productos que generen flashos de alto impacto a nuestras retinas y a nuestros cerebros. Por eso hace falta, por un lado, entender este cambio de mentalidad, sobre todo de las nuevas generaciones; y de la otra desarrollar las capacidades en nuestro equipo para adaptarse.
En consecuencia, las escuelas que entrenamos profesionales para los nuevos retos de futuro tenemos una doble obligación: transformar digitalmente los profesionales para ofrecerlos nuevas capacidades para comunicar su conocimiento y aplicar el mismo concepto a nuestra oferta de formación. Y hacerlo a través de soluciones cortas, muy adaptadas a las necesidades del momento y creando momentos memorables que nos dejen huella a lo largo del tiempo.
Las capacidades comunicativas tienen que incluir seguro las tecnologías audiovisuales. Tenemos que saber crear y destruir vídeos tal y como lo hacemos con las presentaciones de nuestra herramienta de ofimática. Pero también tenemos que aprender a explicar el relato, el llamado storytelling, para hacer el argumento interesante por el receptor, aplicar buenas técnicas de locución, de creatividad y técnicas de síntesis para saber enviar el mensaje adecuado en el tono deseado.
"Queremos demostrar que este sector también se puede reinventar"
Respete la educación, las escuelas que creemos profundamente en que un cambio es necesario, estamos obligados a reinventarnos para ofrecer rapidez, adaptabilidad a los cambios constantes, personalización y mirada holística. Y en una apuesta decidida estamos quienes queremos dar ejemplo de este nuevo paradigma y queremos demostrar que este sector también se puede reinventar.