Eres mujer. Una probabilidad entre dos del que podrías ser: hombre o mujer. Y con esta gran noticia empieza toda una vida y una serie de connotaciones que ya te acompañarán siempre; y espero que sea mucho. Connotaciones que tendrás que romper, de justificar, de reinventar, de repensar y de celebrar. Muchas de ellas venden con el pac, digamos que ... van con el hecho de ser niña y no niño.
Hay varios momentos muy cruciales de ser niña-mujer a tu vida, pero hay un de intrínseco, inolvidable y determinante... cuando te viene la regla. Si, cuando un día haces un pipi rojo y no entiendes demasiado nada y vas y le explicas a la madre, yaya, señorita, amiga, ... Casi siempre, la mujer más cercana que tengas en aquel momento y que sabrá como relativitzar tu sorpresa y empatitzar contigo para iniciarte en este estado vital.
Pasa esto y es la inauguración de 40 años de ovular, menstruar, sufrir dolor -algunas más o menos- y de frenar tu actividad deportiva y social; según la intensidad de la regla. Aceptado esto –porque no nos queda más opción- venden los efectos secundarios... que a lo largo de las diferentes etapas vitales que vivimos en estos 40 años iremos sufriendo.
Está claro, no decidimos ni ser mujeres -cosa que en mi caso celebro- ni por lo tanto, tener la regla, pero tiene un coste. Un coste económico que no depende de nosotros y que no podemos escoger ni obviar. Si tenemos la regla 4 días al mes y 13 golpes el año durante casi 40 años quiere decir que gastaremos muchas comprendidas y tampones para poder seguir una vida normal, sobre todo higiénica. Y en cambio el mercado, la industria, la sociedad; lo contempla como un producto de consumo opcional. Quiero decir que no es un producto de primera necesidad como el pan, la leche o el papel higiénico... es un producto como el caviar o un billete de tren. Es una situación injusta que se está intentando cambiar con lobbys, opinión publica y movimientos sociales que presionen en los Gobiernos porque lo cambien, pero no se inmutan. Bien, hay países que son abanderados con esta injusta situación como el Canadá, Irlanda o Kènia que ya hace años que sólo aplican un 4% de IVA, el mínimo impuesto posible.
"Ser mujeres tiene un coste económico que no depende de nosotros y que no podemos escoger ni obviar"
Un golpe aceptada la injusticia -porque el 50% de la población no podemos escoger no tener la regla y con esto nos tienen cautivas- hay distintos caminos que el mercado puede escoger para solidarizarse con esta realidad o simplemente hacer negocio. CLAREL, una marca de supermercados de productos de cura personal y del hogar que tiene 1000 establecimientos en España y que es del grupo DÍA, ha decidido dedicar un día al mes – el 28... por aquello que la regla nos viene cada 28 días- a eliminar el IVA de los productos de higiene intima ..
Los días 28 de cada mes y con el #28intimo que está viralitzant las redes sociales se han posicionado como la marca que entiende las mujeres y dicen "como no podemos sacar el IVA todo el mes, el día 28 tel sacamos". Con este gesto promueven que los 28 de cada mes vamos a comprar las comprendidas, tampones y salva-slips por el consumo familiar mensual. Está claro, es una estrategia de marketing, pero es una forma de conectar con las niñas-chicas-mujeres-que no tenemos más remedio a consumir esta gama de productos durante media vida. Tesco, cadena líder de supermercados en Gran Bretaña, decidió asumir el IVA de estos productos y no cargarlo a la clienta desde agosto del año pasado 2017.
"Está claro, es una estrategia de marketing, pero es una forma de conectar con las niñas-chicas-mujeres"
Entendemos que el fácil es decir que esto es un tema del mercado, de la industria y del Estado pero celebro -y mucho- que las marcas hagan este posicionamiento, que sean asertivas y empáticas, que se mojen y que entiendan este paso como una acción para ganarnos. El que pierdan para no cargar el IVA lo ganarán con fidelidad, prescripción y consumo que durará por siempre jamás. En muchas sociedades evolucionadas y comprometidas vemos que la iniciativa privada llega antes a encontrar acuerdos y soluciones que los Gobiernos. Mientras esperamos que esto pase celebramos quehaya Clarels y Tescos, pero animamos que alguna marca por primera vez en España abrace la causa y elimine el #PinkTax.