La plena conciliación laboral y familiar en hombres y mujeres es una de las principales medidas para atraer y retener el talento y las empresas que la facilitan son un 19% más productivas. No es casualidad que seis de las compañías que más concilian en España, según el Instituto Internacional de Ciencias Políticas, Repsol, Agbar, Vodafone, Mercadona, La Oreal e IBM figuren un año detrás el otro en los rankings de las mejores empresas para trabajar. Estas son grandes organizaciones que están liderando el largo y tortuoso camino hacia la plena conciliación laboral y familiar en hombres y mujeres, pero el resto de empresas también pueden seguir sus pasos para intentar conseguir la máxima igualdad y una mejor distribución de los horarios de trabajo.
Mención especial merece Iberdrola, empresa que, el 2008, acordó con su plantilla (unos 9.000 trabajadores) universalitzar la jornada intensiva: trabajar de 7.15 a 14.50 horas, con 45 minutos de flexibilidad a la hora de entrar o salir, cada día del año. Según ha publicado su director de Recursos Humanos, Ramón Castresana, consideraron que la medida podía beneficiar los trabajadores y era buena para la compañía. Años después, Iberdrola defiende la decisión con cifras: la empresa ha mejorado la productividad, ha ganado más de medio millón de horas de trabajo anuales y se ha reducido un 20% el absentismo laboral y un 15%, los accidentes de trabajo. Desgraciadamente, la eléctrica sigue siendo una excepción en España.
"Hay grandes organizaciones que están liderando el largo y tortuoso camino hacia la plena conciliación laboral y familiar"
Según Eurostat, los españoles, de media, salen de trabajar dos horas más tarde que en el resto de Europa, critica la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios, y el 12% afirma que no puede pasar todo el tiempo que querría con su familia. Por todo esto, el modelo no es sostenible.
Ventajas tangibles de la conciliación para las empresas
Experiencias como la de Iberdrola y el resto de empresas mencionadas al inicio demuestran que la conciliación ofrece ventajas tangibles a las compañías en varios aspectos, más allá de la misma conciliación. Incluso, según IESE Business School, las empresas que facilitan la conciliación son hasta un 19% más productivas, pero, como conseguirlo? La Guía para pymes en conciliación de la vida laboral, familiar y personal compilación cuatro tipos de medidas que las empresas tendrían que contemplar:
- Flexibilidad laboral: horarios flexibles, jornada intensiva, bancos de tiempos, teletrabajo, adaptación de las vacaciones al calendario escolar, etc.
- Desarrollo profesional: transporte de empresa, reuniones y formaciones siempre en horario laboral, trabajo por objetivos, organización consensuada de los turnos de trabajo, procesos de selección y promoción a ciegas, etc.
- Servicios de apoyo: comedor en el centro de trabajo, reserva de plazas en hogares de niños o escuelas cercanas al trabajo, ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, oferta de reducciones de jornada y excedencias, etc.
- Beneficios extrasalarials: seguros médicos con cobertura ampliada a los familiares, cheques de guardería, servicios de asistente o cuidador, etc. Se trata de medidas sencillas y asequibles, incluso para las pymes, que facilitan atraer y retener el talento, uno de los grandes retos del mercado laboral. 
En este punto, tendríamos que aprender de las nuevas generaciones de profesionales, los llamados Millenials. Estos son mucho más flexibles y adaptables a diferentes ámbitos de su vida, incluyendo el trabajo. Diariamente, nos encontramos con empresas que tienen una buena reputación y que, a priori, cuentan con políticas de recursos humanos avanzadas, pero, a la hora de intentar contratar estos jóvenes perfiles, son descartadas por una nueva generación de compañías, donde la conciliación es clave y que valoran a sus trabajadores por todo el que aportan y no tanto por el número de horas que pasan en sus puestos de trabajo. Por todo el anterior, el compromiso de avanzar hacia una mayor conciliación laboral y familiar no sólo corresponde a las empresas, sino que también tiene que ser una obligación de las Administraciones y, lógicamente, de los mismos trabajadores.