L'empresa familiar (EF) es la base de nuestra economía, y tiene mucha a ver con el mundo jurídico. En ella se juntan dos realidades que parecen contradictorias: empresa y familia. La empresa busca la riqueza y se rige por la meritocràcia. La familia busca la felicidad de sus miembros y se rige por el amor.
Hay una serie de indicadores clave de la empresa y de la familia que nos pueden ayudar a saber si estamos ante uno de los principales momentos del EF. Y es que el EF es empresa, familiar es el adjetivo. Y en una empresa una cuestión muy importante son los indicadores relacionados con el dinero. La evolución de los indicadores de generación de dinero y de su destino nos pueden ayudar a anticipar un momento importante. Es importante comprobar que la contabilidad y la realidad coinciden.pueden haber sorprendidas. A la contabilidad las existencias también se conocen como inventario, precisamente porque pueden estar inventadas. Es demasiado frecuente la carencia de inventarios, esos de caja y conciliaciones bancarias consistentes y periódicas. Y las auditorías no sueño suficiente, porque se basan en la buena fe, y no buscan fraudes. Por el que respeta a la familia un indicador clave es la evolución de la edad. A cada fase de la vida suelen corresponder unas preocupaciones e intereses diferentes. También conviene prestar especial atención a la evolución de los sentimientos. Al EF los sentimientos están presentes desde la niñez. La empresa amplifica los sentimientos, si es para bien mejor, pero si para mal, peor.
El protocolo familiar aparte de un contrato jurídico, es una herramienta que sirve de excusa porque la familia hable del futuro, de los principales momentos a los cuales tendrá que hacer frente y de cómo lo hará. El más importante del protocolo es que sea adecuado a la dimensión de la empresa y de la familia, que no sea un "cortar y enganchar", que se actualice con cada generación; y tener bien claro que el importante no es el papel, sino el diálogo.
"A la empresa familiar los sentimientos están presentes desde la niñez. La empresa amplifica los sentimientos"
Un momento importante es por ejemplo el de decidir si se reparten beneficios o se reinverteixen. Si no trabajan a la empresa todos los propietarios, los puntos de vista pueden ser diferentes, y todos ellos legítimos. El artículo 348 bis de la Ley de Sociedad de Capital establece la obligación de reparto de dividendos en determinadas circunstancias.
Otro momento importante puede ser el de separación de socios. El EF no puede ser una jaula dorada de la cual algunos socios querrían salir en todo o parte y no pueden hacerlo. Hay que encontrar formas de liquidez justa y viable a las participaciones, porque la salida traumática puede acabar con la empresa y con la armonía familiar. La poda, muy hecha y a tiempo puede fortalecer la EF.
Otro momento importante puede ser el de decisión de internacionalización, de diversificación o de migración al online por ejemplo. La empresa se inició por la emprendeduría de alguien, si la familia pierde este espíritu, es difícil que afronte con éxito la regeneración estratégica que puede ser necesaria para garantizar su continuidad.
La incorporación de los añadidos a la familia de sangre es uno de los otros momentos importantes del EF. Con ellos se establecen relaciones muy intensas, en las que comentarios repetitivos del tipo "mira tu hermano", pueden acabar haciendo más agujero que una gota malaia.
Bien, es ley de vida que antes o después todos dejamos este mundo; y este es uno de los otros principales momentos del EF. Cuando se pregunta a un empresario por su relevo, en muchas ocasiones responde con un "ya me quieres muerto", "todavía soy joven", "tengo buena salud". Pero si algo caracteriza a un buen empresario es la planificación. Otro principal momento del EF es el de plantearse si continuar, vender o cerrar el EF. Dicen que vender el EF es la mejor forma de profesionalizar la dirección, maximizar el valor de la empresa, y reducir las discusiones familiares. Temas importantes son el de valoración, el de la sindicación y el de los derechos de arrastre y de acompañamiento.
Cerrar un negocio es otro principal momento del EF. Es una experiencia muy formativa. No es rápido, fácil ni troco. Es el mismo esfuerzo que ponerlo en marcha pero con muchas menos alegrías. Si el que lo tiene que hacer es el fundador o continuador familiar la carga emocional puede ser muy fuerte.
Hay tres formas de cerrar: 1.- a tiempo, cuando todavía se tienen recursos para hacer frente a todas las obligaciones. 2.- tan pronto como un empresario prevé que no podrá hacer frente a sus obligaciones tiene que acogerse a la protección concursal si quiere evitar su responsabilidad personal. 3.- cerrar a pelo no es nada recomendable, puesto que se puede tener que hacer con el patrimonio personal a los acreedores que no hayan cobrado.
Los principales momentos del EF son previsibles, por lo tanto es importante que no nos cojan desprevenidos.