El Foro Económico Mundial (WEF) acaba de sacar su nuevo informe sobre el futuro del trabajo The Future of Jobs. Es una actualización del que sacó el 2016 con el mismo título. Del estudio destacan dos poderosos titulares: 1. que la IA y la robotització podrían crear hasta 58 millones de lugares de trabajo lo los cercanos cinco años (hasta el 2022) y 2. que al 2025 el trabajo que harán las máquinas superará por primera vez el hecho por los humanos (ahora es del 29%). El resumen es, en resumen, positivo.
Los detalles de los números de esta última oleada de destrucción creativa —4a Revolución Industrial, segunda era de las máquinas, revolución de los robots, decid cómo quered— son de 133 millones de lugares de trabajo creados por 75 millones de destruidos. Literalmente, las conclusiones del WEF hablan de "corrimiento sísmico en la manera en que los humanos trabajan junto a máquinas y algoritmos".
El estudio, igual que el del 2016, se elabora en base a una encuesta a varios directores de recursos humanos y directores de estrategia de empresas de 12 sectores diferentes de 20 economías diferentes de todo el mundo (desarrolladas y en vías). El dato relevante es que las empresas que representan los encuestados dónen trabajo además de 15 millones de personas que generan más del 70% del PIB mundial. El 50% de los entrevistados afirman que esperan reducir su capital humano como resultado de la automatización, el 40% espera incrementarlo y un 25% cruz que la automatización creará nuevos roles a su empresa.
El WEF también ha publicado los perfiles que están experimentando más demanda en diferentes sectores. Analistas y científicos de datos, desarrolladores de aplicaciones, especialistas en medios sociales, ejecutivos de ventas, gestores de innovación, atención al cliente y en general trabajos que impliquen "habilidades humanas" van a la alza. Trabajos repetitivos como entrada de datos, contabilidad, gestores de nóminas, gestores van a la baja.
"Trabajos repetitivos como entrada de datos, contabilidad, gestores de nóminas, gestores van a la baja"
Cualitativamente, el que dice el informe ya se sabía desde que Hans Moravec postuló su paradoja sobre la IA que se puede expresar cómo: "Los trabajos fáciles por los humanos son difíciles para las máquinas y a la inrevès". Andar, que nos parece una tarea trivial, es extremadamente complicado. Es un proceso de balanceo alterno del cuerpo, de evaluación de riesgos y de adaptación al entorno; automático para un humano pero altamente complejo para una máquina. En cambio, ganar a ajedrez a un gran maestro es una tarea imposible por la mayoría de humanos y, en cambio, trivial por un programa de ajedrez de gama mediana.
Si clasificamos los tipos de trabajo en una matriz de dos por dos, donde las filas son "trabajos manuales" y "trabajos cognitivos", y las columnas son "trabajos repetitivos" y "trabajos no repetitivos", los podremos aplicar la paradoja de Moravec para saber a qué casilla nos tenemos que situar de aquí al 2022. Os aviso que hay alguna sorpresa. Mirando el mercado laboral de los últimos 10 años se observa que cae la demanda de trabajos repetitivos, independientemente de que sean cognitivas o manuales. Cajeros de supermercado, trabajadores de Correos y trabajadores de banca van a la baja. Pero también van a la baja trabajos como abogados, radiólogos y médicos, que si bien son trabajos cognitivos, buena parte de estos profesionales hacen trabajos rutinarios; y en esto los ordenadores son mejores.
"Una Roomba aspira mejor la habitación que un humano pero difícilmente sabrá si un calcetín va a la ropa sucia o es un calcetín desapareado que va al cajón"
En cambio el trabajo de una persona de limpieza o un peluquero, que a priori puede parecer repetitiva, es difícilmente sustituible por una máquina, puesto que su trabajo comporta una continúa adaptación a entornos cambiantes. Una Roomba aspira mejor la habitación que un humano pero difícilmente sabrá si un calcetín va a la ropa sucia o es un calcetín desapareado que va al cajón. La respuesta a la pregunta de a que tenemos que dedicar nuestro tiempo es pues a ser humanos, a hacer tareas cognitivas o manuales pero sobre todo que no sean repetitivas. Será la clave en la división del capital y el trabajo de los próximos años.
Cómo que una de las habilidades de futuro que destacan los creadores del informe es el espíritu crítico, dejadme que haga ejercicio. Preguntar alguien sobre el futuro no garantiza conocerlo, sino como mucho nos da una pista de cómo este alguien cree que será. De hecho imaginarse el futuro sirve muchos golpes para evitarlo. La experiencia nos dice que cuando hablan de futuro, los expertos se suelen equivocar, aunque este sean los responsables de las políticas de trabajo del 70% del PIB mundial.
De hecho, si os tomáis la molestia de leer el mismo informe pero del 2016 (aquí el resumen del WEF), veréis que por el 2020 pronosticaba una pérdida limpia de 5 millones de lugares de trabajo, el que quiere decir que para llegar a los 58 millones positivos limpios pronosticados por el 2022, se tendrán que generar 138 millones nuevos lugares de trabajo en dos años y no 133! Los expertos tienen suerte que la IA y la robótica son tecnologías exponenciales.