El pasado 1 de julio España accedía a la Presidencia del Consejo de la Unión Europea y presentaba un programa que establece la reindustrialización de Europa y la garantía de su autonomía estratégica y abierta como uno de los grandes objetivos para este mandato, que finaliza en diciembre. Es esta una de las líneas de trabajo que más preocupan al sector de la tecnología y la innovación, puesto que en los últimos años la deslocalización de los procesos productivos ha causado una dependencia demasiado grande de terceros países por parte de Europa en ámbitos como las tecnologíasdigitales.
Los profesionales del sector no dudamos de la capacidad de la Unión Europea de erigirse líder de la revolución tecnológica, con la condición de que se fomente un buen marco regulador que tenga en cuenta los incentivos al desarrollo tecnológico y a la innovación. Este marco regulador, entonces, tiene que pasar por el refuerzo y la presencia de ecosistemas de investigación e innovación. No es una tarea complicada, dado que estos ecosistemas ya existen en la Unión Europea y, además, disfrutan de un gran reconocimiento internacional. Es un ejemplo el 22@Barcelona, el primer hub de innovación del sur de Europa y primer Distrito de Innovación del continente. Ahora, más que nunca, la Presidencia del Consejo tiene que apostar por el Distrito del 22@Barcelona y tiene que reconocer su singularidad y su trayectoria de más de 23 años en la innovación, el emprendimiento y la captación de talento, considerándolo actor clave en la revolución tecnológica europea.
Ahora, más que nunca, la Presidencia del Consejo tiene que apostar por el Distrito del 22@Barcelona
Así pues, aprovechar los recursos y las capacidades productivas de distritos como el 22@Barcelona se presenta indispensable para desarrollar políticas de innovación que sitúen a la Unión Europea como actor económico y geopolítico de referencia en transformación digital. Es necesario que los caminos de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea y las zonas de Innovación confluyan para llegar a la misma meta; otorgar a Europa las herramientas digitales y tecnológicas necesarias para hacer frente a los retos y desafíos actuales, así como los futuros, sin depender de nadie más.
Durante los meses de mandato español, Barcelona será sede de reuniones importantes entre miembros del Consejo y otras personalidades relevantes dentro y fuera de la Unión, al ser considerada una ciudad líder en innovación y sostenibilidad. Una ciudad que destina 200 hectáreas de suelo industrial a acoger empresas, universidades, centros tecnológicos, startups y coworkings, un espacio líder en la creación y captación de talento, ubicado en el distrito del 22@Barcelona, un actor clave en la promoción de la marca Barcelona y también de Catalunya, que recientemente ha logrado la categoría de StrongInnovator según el European Innovation Scoreboard 2023 elaborado por la Comisión Europea.
La ciudad condal tiene el potencial para liderar la promoción y el diseño de distritos de la innovación europeos
Es por este motivo que Barcelona tiene que ser la capital europea de los Distritos de la Innovación, albergando la sede de una futura Oficina Europea para la Promoción de Distritos de la Innovación. La ciudad condal tiene el potencial para liderar la promoción y el diseño de distritos de la innovación europeos como herramientas de mejora de la calidad de vida y de desarrollo de ciudades más sostenibles e innovadoras, tomando el ejemplo del Distrito del 22@Barcelona. De los 150 distritos de la innovación que existen en Europa, el 22@Barcelona es el primero y tiene la capacidad de capitalizar la transferencia de conocimiento en pro del desarrollo económico de las ciudades para consolidar a Europa como un polo de innovación.
En conclusión, el gobierno central tiene que reconocer el papel estructural del Distrito del 22@Barcelona en el marco global del PIB generado por la economía del conocimiento en España, siendo la Presidencia del Consejo de la UE una muy buena ocasión para dar a los ecosistemas de la innovación el lugar que merecen.
Desde el 22@, con la trayectoria y éxito del proyecto, Barcelona merece ser la sede de la Nueva Oficina Europea de Distritos de la Innovación. Nuestro peso, nuestro reconocimiento nacional e internacional, el talento internacional y la proyección del distrito y de la ciudad durante estos años son la mejor muestra de que un trabajo constante, incansable y con un foco claro puede continuar guiando las pautas de la innovación en Europa y en el mundo.