Los datos indican que estamos ante los últimos azotes de esta pandemia. Como mínimo, en Europa. Y, ahora, nos preguntamos ¿Y las empresas y sus directivos? ¿Cómo se van a relacionar con los empleados y cómo van a ser los vínculos con sus proveedores? ¿Y con sus clientes?
Fruto de mi observación y experiencia como consultor, hay un conjunto de elementos que, sin duda, va a influir en la configuración del directivo y el entorno empresarial post-covid:
En este año, hemos aprendido a comunicarnos y a trabajar a distancia, gracias a todo tipo de funcionalidades digitales, programas y tecnologías de conectividad. También hemos comprobado que, si no somos digitales, nuestra aura queda deslucida, de manera que, el profesional excelente necesita tener competencias digitales para ser valorado.
Hemos comprobado que, si no somos digitales, nuestra aura queda deslucida
En paralelo, muchos profesionales han aprovechado la pandemia para formarse y las empresas requieren cada vez nuevas competencias y habilidades, por lo que la formación en línea continuará su trayectoria ascendente y la formación continua servirá para atraer talento.
Por otro lado, hemos aprendido que no es necesario reservar una sala ni equipos informáticos de última generación para tener una teleconferencia, por lo que las transacciones o contactos que no nos aportan valor van a ser, en general, más digitales. En la misma línea, los viajes de negociosvan a continuar existiendo, esto es obvio, pero se organizarán de forma más racional y cuando no haya más remedio.
Hemos superado la fase de fatiga pandémica y las empresas le han perdido el miedo al teletrabajo
Hemos superado la fase de fatiga pandémica y las empresas le han perdido el miedo al teletrabajo, porque se han dado cuenta que un cierto tiempo de trabajo en casa no hace mella en la productividad. En el ámbito comercial, los departamentos comerciales continúan confiando en visitar y ver a sus clientes presencialmente, pero ya veremos hasta qué punto estas relaciones se transforman digitalmente.
Aprender a gestionar equipos descentralizados y en tiempo real
Hoy, no importa tanto el dónde estás; la base es tener las competencias y saber solucionar problemas. Los directivos están ubicados en una ciudad y dirigen equipos descentralizados en múltiples países, de forma asíncrona y con una cultura abierta. Las empresas que estén preparadas culturalmente para este nuevo escenario tendrán el éxito asegurado, porque vamos en pos de la deslocalización del trabajo y de la consolidación de muchas tareas asíncronas. Además, sabemos que el tiempo apremia más que antes, y que las soluciones deben implementarse sin premura.
Lo anterior nos lleva, también, a hablar de cómo de importante es para el directivo la gestión en tiempo real y el management de los riesgos(la planificación estratégica ha saltado por los aires). Gestionar con incertidumbre es algo que no se aprende nunca del todo, pero nos hemos acostumbrado a un cierto grado de riesgo permanente y a saber gestionar en tiempo real, ajustando y adaptando comportamientos, a través del método ruso de prueba y error.
También somos más conscientes del valor de nuestras familias y nuestros amigos, y sabemos quién ha estado a nuestro lado. Los directivos y las empresas que han estado a la altura han salido reforzadas, y tienen a sus equipos más fidelizados que antes.
En este sentido, el empleado –y las nuevas generaciones, especialmente– se van a fijar mucho en la misión de su empresa y en el impacto que deja en la sociedad, la comunidad y el medio ambiente. Vamos hacia un entorno en que los profesionales con talento buscan cada vez más el significado de lo que hacen, porque el nivel de consciencia es más alto y esto el directivo lo debe tener muy presente, si quiere rodearse de los mejores.