Las nuevas tecnologías han sido el eje vertebrador del cambio y transformación digital de las empresas en los últimos años, especialmente a partir del año 2020, con la aceleración que supuso un contexto cómo la pandemia. Ahora bien, no todos los sectores han puesto la misma atención en este cambio, ni todos se encontraban en el momento adecuado para hacerlo. La banca es un buen ejemplo de cómo la tecnología ha cambiado la manera de entender las gestiones financieras, con beneficios evidentes no solo para las mismas entidades sino también por los clientes y trabajadores.
Actualmente, el 100% de las organizaciones financieras considera la Inteligencia Artificial (IA) cómo una tecnología clave. Como caso, de uso concreto, en nuestro país, el 70% de las entidades ya la usan para automatizar la gestión de procesos con altos volúmenes de documentación. Esto quiere decir, que ante el proceso de un préstamo hipotecario, por ejemplo, la venta por parte de un banco a un fondo de inversión de carteras NPL, la IA permite reducir de una manera radical los tiempos de procesamiento, los costes y los errores comparando con un enfoque tradicional y manual. Se calcula que, aproximadamente, una entidad financiera puede reducir en torno a un 50% los costes y reducir los tiempos de días a pocos minutos. Para que esto sea posible, existen empresas externas que ofrecen este servicio en la banca y que han visto triplicado el volumen de trabajo en los últimos años.
Hoy en día, este tipo de proveedores externos pueden llegar a la automatización de más de un millón de páginas al día, de cerca de 200 tipos de documentos diferentes. Unos datos que sirven para poner en evidencia que el trabajo hecho por una solución tecnológica cómo es la IA garantiza un trabajo más efectivo.
El 100% de las organizaciones financieras considera la Inteligencia Artificial (IA) cómo una tecnología clave
La banca lleva, por lo tanto, la delantera en este tipo de procedimientos automatizados, pero poco a poco son otros los sectores, especialmente aquellos que requieren el tratamiento de un volumen importante de documentos, cómo por ejemplo las compañías de seguros por la tramitación de siniestros, o bien despachos de abogados o incluido la administración pública, que también empiezan a hacerse eco de su apuesta por soluciones innovadoras cómo es la IA.
Y la pregunta que todo el mundo se hace ahora, especialmente con el gran protagonismo de ChatGPT, es: ¿Y cómo afecta esto al trabajador? El último informe IPSOS, Global Views on AI 2023, hablaba hace solo una semana que de todos los encuestados, el 57% creía que la IA transformaría la manera de trabajar, y que 3 de cada 10 personas tienen miedo a perder el trabajo por esta nueva tecnología. La IA lleva más de 10 años en la vida de muchas empresas y se puede confirmar que la principal ventaja ha sido el crecimiento positivo del negocio y la mejora de sus competencias en sus respectivos sectores, pero también la mejora de las capacidades profesionales de los empleados. La Inteligencia Artificial es, por lo tanto, la solución que no tiene que sustituir el humano, sino que amplía sus capacidades, le sirve de ayuda y lo descarga de tareas repetitivas para que este se pueda centrar en aquellas de más valor añadido y convertir, pues, la persona en una figura imprescindible y más productiva.
La IA es esta nueva tecnología que hace posible el crecimiento de una compañía en comunidad y que por el hecho de ser así garantiza una confianza y proximidad directamente con el cliente
Saltando a otro sector, se conoce del mundo de los seguros que el 21% de estas compañías ya están preparando sus trabajadores para que sepan relacionarse con estas nuevas tecnologías con el objetivo que se puedan convertir en su ayudante de confianza. La IA es esta nueva tecnología que hace posible el crecimiento de una compañía en comunidad y que por el hecho de ser así garantiza una confianza y proximidad directamente con el cliente. Estamos ante el futuro en las empresas con la convivencia de tecnología y personas para garantizar resultados más eficaces que dan respuesta a las nuevas necesidades y cambios de ritmo sociales y económicos.
La Inteligencia Artificial se encuentra en continuo aprendizaje y en este momento podemos decir que es una herramienta tecnológica de confianza por su precisión, su aplicabilidad y su correcta integración para trabajar en equipo con equipos humanos. La pregunta, por lo tanto, ahora es: ¿De qué manera ayudaremos esta nueva tecnología a que aprenda nuevas funcionalidades que nos ayuden en nuestras tareas más superfluas o repetitivas?