Cómo puedo resolver un conflicto a la empresa?

El experto Jesús de Alfonso, presidente del Tribunal Arbitral de Barcelona, responde a los lectores

La justicia también resuelve conflictos a la empresa
La justicia también resuelve conflictos a la empresa
Jesús de Alfonso
23 de Enero de 2014
Act. 25 de Marzo de 2014
Normalmente el conflicto es la culminación de un proceso de diferencias: diferentes visiones, diferentes entendimientos, diferentes intereses. No hay una aparición espontánea y por lo tanto tenemos que prestar atención a los inicios del conflicto, es decir, a la aparición de las diferencias y tratarlas. La empresa como elemento dinámico tiene que tener una dirección libre de obstáculos.

Se llama que los conflictos no son malos porque ayudan a progresar, pero si que pueden ser malos y derivar en atrasos, costes materiales o humanos o incluso de oportunidades según cómo los solucionamos. La solución del conflictos hay que iniciarla por las personas directamente implicadas si son capaces de dejar de lado los aspectos emocionales (emotional approach) de la cuestión y centrarse en los aspectos profesionales o empresariales. Si no se así, nos hace falta la intervención de terceros que nos ayuden (mediadores, conciliadores) pero hay que tener en cuenta que estos terceros facilitarán que nosotros llegamos a un acuerdo, pero no lo resolverán por nosotros.

Si por razones diversas no podemos o no queremos llegar a un acuerdo, nos hacen falta terceras personas sean estos jueces o árbitros en procesos arbitrales. El factor tiempo y coste son significativos durante la resolución de los conflictos. La alternativa es ignorar o dejar de banda un conflicto y esto tiene a la vegada costes ocultos que pueden surgir inmediatamente o más adelante. No resolver un conflicto no trae a su desaparición necesariamente, muchas veces es todo el contrario: enquistament, agravación, aumento de la tensión que genera el conflicto y de los efectos colaterales.

El arbitraje privado tiene como ventaja el hecho que es un tercero quién dice quién tiene la razón y en un tiempo muy rápido y con toda efectividad, puesto que las decisiones del árbitros tienen igual bastante que las de los jueces y se consigue no en interminables procesos sino en un proceso en un entorno privado con una duración de pocos meses. Esto quiere decir ahorro de tensiones y ahorro de tiempo en un entorno en que duración de los procesos es igual a coste.

Estamos acabando un ciclo de crisis y a corto plazo aparecerá un ciclo de crecimiento . En estas etapas hay que emplear todos los recursos por el crecimiento de la empresa y progresar sin obstáculos. Es el momento de remover los viejos obstáculos de una vez por a pesar de no dedicar demasiado tiempo ni masas recursos humanos y financieros a resolver conflictos. Los americanos calculan el coste de los pleitos por las horas del personal dedicadas ir a los juzgados pero también a preparar y seguir los largos procesos judiciales y muchas veces salen colosales costes con los cuales nadiehabía pensado.

Tenemos que admitir que, del mismo modo que para progresar la empresa necesita de medios y por eso invierte en publicidad, tecnologías etc. Solucionar un conflicto es también una inversión y muchas veces muy rentable: la empresa se refuerza, se progresa más deprisa, mejoras en el ambiente laboral para favorecer el funcionamiento, mejoras en la producción o distribución , entre otros. 

Las recomendaciones son pues:

1) Detectar y seguir el conflicto en los momentos iniciales de su generación
2) entender las causas posibles (sin descartar ninguno)
3) Dejar las filias y las fobias de banda (no actuar emocionalmente)
4) Diálogo: mirar de solucionar el conflicto por nosotros mismos o con ayuda de terceros que aporten una mirada fresca al conflicto en un plazo prefijado para evitar el eternització del conflicto (inversión de tiempo controlada)
5) Si nada funciona y lo hemos previsto (cláusulas en los estatutos y en contratos) emprender un arbitraje en una institución neutral que tenga previstos procesos rápidos y costes razonables
6) Entender y asumir que, si resolvemos bien el conflicto, la empresasale reforzada y se convierte en un valor añadido.

Jesús de Alfonso, Abogado y presidente del Tribunal Arbitral de Barcelona