El mercado de la nutriciónpersonalizada, concepto que también encontramos como nutrición de precisión, utiliza información del consumidor para ofrecerle consejos, productos y servicios nutricionales individualizados y fomentar hábitos saludables y sostenibles beneficiosos para la salud. La información puede incluir datos médicos (diagnósticos, medicación, alergias o intolerancias); genéticas y del microbioma, de hábitos (dieta, actividad física, sueño) y preferencias personales, sociales, culturales y ambientales.
El mercado de la nutrición personalizada comenzó con la empresa británica Sciona en 2006 y creció modestamente, aunque entre 2012 y 2015 se intensificó con la aparición de pruebas genéticas, de marcadores sanguíneos, dispositivos inteligentes, suplementos y comidas personalizadas. Las expectativas de crecimiento publicadas en el año 2017 pronosticaban un volumen global de unos 50 billones de dólares previsto para 2027. Sin embargo, las estimaciones recientes se han reducido a la mitad, dimensionando este mercado en unos 16 billones de dólares para el mismo año 2027, según GlobalFoodInstitute, GrandViewResearch o Statista.
El modelo de mercado predominante en la nutrición personalizada es el B2C, aunque el B2B está ganando peso. Los formatos de oferta varían, incluyendo visitas a nutricionistas, aplicaciones, comercio electrónico, suscripciones o modelos híbridos. Esta diversidad se ha traducido en la detección de diferencias sustanciales en la calidad y la efectividad de las intervenciones. Casos de empresas prometedoras, como Arivale, a pesar de contar con apoyo financiero, no han tenido éxito probablemente debido a la heterogeneidad de los modelos de negocio y la falta de una propuesta de valor clara en el mercado. Esto ha generado una brecha entre el valor percibido por el consumidor y el resultado real que condiciona la rentabilidad del modelo de negocio.
El modelo de mercado predominante en la nutrición personalizada es el B2C, aunque el B2B está ganando peso
Sin embargo, hay otros aspectos que se deben considerar y que podrían condicionar la evolución y consolidación de este mercado.
En primer lugar, la nutrición personalizada, sin una definición de consenso, es un mercado situado a caballo entre el sector salud y el alimentario, subordinado a las respectivas tendencias y marcos normativos. Según ForwardFooding, en el año 2021 solo había cuatro empresas de nutrición personalizada entre las 500 más innovadoras en alimentación, destacando EagleGenomics, Foodsmart, Lifesum y Nourished. Esto refleja su modesta penetración en comparación con otras tendencias consolidadas, como las proteínas alternativas.
En segundo lugar, las previsiones mencionadas antes suelen asumir un comportamiento homogéneo del consumidor. Y en un mercado tan incipiente como el de la nutrición personalizada, esto genera sesgos. El estudio de Stewart-Knox (2016) en Food Policy destaca que países como Grecia, Polonia y Portugal muestran más confianza en los beneficios de este mercado, mientras que Alemania y España expresan preocupaciones sobre la gestión de los datos. Esta aceptabilidad desigual debe ser considerada al revisar las expectativas.
La falta de estándares de calidad y normativas en la gestión de los datos sería un tercer factor a considerar. Los datos son más que nunca un activo valioso, pero extremadamente sensible. En un individuo pueden ser estáticos (alergias), cambiantes (peso corporal) y otros de medición continua (nivel de glucosa). Y su complejidad y volumen potencial hacen necesaria una infraestructura informática subyacente con protocolos de seguridad y gestión que aseguren la protección, la gestión transparente y el análisis científico integrado de calidad. Es clave, por lo tanto, un esfuerzo coordinado para desarrollar estándares científicos y de transparencia para evitar su fragmentación.
Una cuarta causa es el coste de los servicios de nutrición personalizada, que dificulta su democratización. Es de esperar que el tiempo y la innovación tecnológica abaraten los costos, como ha ocurrido con los kits de análisis de ADN o bien con la generación de programas de suscripción más económicos. Y de forma indirecta, si la administración financia la investigación en empresas y startups que proponen evoluciones disruptivas, es probable hacer más rápida y viable la llegada de nuevos modelos de nutrición personalizada más accesibles en coste y tiempo. Cabe añadir las herramientas de marketing, con propuestas de seguimiento de la evolución del cliente en tiempo real para reducir el espacio entre personalización y conveniencia, y proponiendo incentivos a cambio de compromiso y el logro de objetivos. La reciprocidad de la información es un valor esencial para refinar la oferta y optimizar el coste.
En quinto y último lugar, todavía no hay suficiente masa crítica de estudios científicos que avalen los beneficios de la nutrición personalizada frente a las intervenciones genéricas. Es necesario dar tiempo y promover la investigación básica y aplicada en los ámbitos tecnológicos que confluyen en este mercado. Y al mismo tiempo, intensificar las actividades de divulgación científica utilizando redes sociales y canales especializados para que, desde una óptica científica y de rigor, se compartan con la sociedad los beneficios de la nutrición personalizada.
Hace falta esperar que el tiempo y la innovación tecnológica abaraten los costos, como ha ocurrido con los kits de análisis de ADN o bien con la generación de programas de suscripción más económicos
Planteado esto, la evolución de la nutrición personalizada implicaría integrar todos estos aspectos en modelos de negocio multitecnológicos elaborados por empresas en vertical o bien, generando ecosistemas de innovación territoriales en este campo. Estos ecosistemas podrían establecerse mediante alianzas entre entidades especializadas en las diferentes capas de este ámbito y redefinir el paisaje del sector de la nutrición y salud generando modelos de negocio B2B2C. Podría ser un ecosistema de cuatro dimensiones centrado en el consumidor con alianzas de proveedores de salud, seguros, hospitales, nutricionistas y médicos; proveedores de conocimiento, empresas TIC y de salud, laboratorios, centros tecnológicos/investigación y universidades; la industria alimentaria, empresas de comida a domicilio y tiendas, y administración y organizaciones de promoción de hábitos alimentarios y del contexto de financiación del I+D+I.
Es esencial destacar que, para todos los actores implicados, la interacción y la retroalimentación son fundamentales. La opinión del consumidor no solo aporta datos clave, sino que también proporciona información valiosa sobre la eficacia y la utilidad de los consejos recibidos. Este feedback, junto con la aplicación de la inteligencia artificial para mejorar los algoritmos, permite perfeccionar así la personalización de los servicios. De esta manera, se puede crear un ecosistema integrado de nutrición personalizada que promueva la salud y el bienestar.