FemCAT publica el Observatorio de los Idiomas. A partir de un sondeo a empresas catalanas, y datos de otros estudios, describe la brecha entre las necesidades de idiomas extranjeros en las empresas y el nivel de conocimiento de idiomas entre la población. El objetivo es concienciar de la necesidad de aprender idiomas y orientar las políticas públicas hacia el cierre de la brecha. Los resultados desmontan algunos tópicos. La necesidad de idiomas es transversal en todos los puestos de trabajo.
La mayoría de las empresas encuestadas consideran que es fácil encontrar personas con idiomas para ocupar posiciones directivas, pero las respuestas se invierten cuando se trata de profesionales de administración y finanzas (solo el 16% de las empresas encuentran fácilmente estos perfiles, a pesar de que el 77% de las empresas con alguna actividad internacional afirman que es necesario dominar un idioma para ejercerlos) o logística (el 18% encuentran fácil contratar estos perfiles con idiomas, al 70% de las empresas les hace falta el idioma para hacer el trabajo).
Los datos consolidan también la posición del inglés como lengua franca: todas las empresas con algún grado de internacionalización hacen un requisito para la contratación, y casi la mitad añaden algún otro idioma, que depende de los mercados donde son presentes. ¿Ante estas dificultades, que hacen las empresas? Poner creatividad y ambición global. Hemos accedido a historias de éxito, tanto de empresas que conquistan nuevos mercados y atraen talento, como de personas para quién aprender un idioma ha abierto nuevas oportunidades.
La necesidad de idiomas es transversal en todos los puestos de trabajo
No son casos aislados: en la Fundación Estatal Para la Formación en el Empleo (FUNDAE), cada año desde 2004, los idiomas son el contenido formativo con más acciones realizadas (excepto en los años 2020 y 2021, sobrepasados por la prevención de riesgos laborales). Detrás esta cifra (solo en el sistema bonificado o subvencionado, alrededor de 60.000 estudiantes de idiomas cada año en Catalunya) hay mucho esfuerzo empresarial y personal.
Las historias de adaptación, flexibilidad e innovación para cerrar la brecha idiomática forman parte del talante emprendedor y el dinamismo de la empresa catalana. Estamos orgullosos. ¿Pero, en las sucesivas ediciones del Observatorio de los Idiomas, tendremos alguna posibilidad de certificar mejoras? ¿Tenemos políticas públicas diseñadas para resolver el reto?
Las evaluaciones de competencias básicas en sexto de primaria y cuarto de la ESO, una práctica ejemplar, parecen estancadas desde que se pusieron en marcha, con una disminución preocupante del porcentaje de alumnos con nivel alto en 4o de la ESO. El sistema de Formación Profesional catalán ha implantado módulos propios de inglés a 57 Ciclos Formativos de Grado Medio y de Grado Superior, adicionales a los solo 23 Ciclos que llevaban el inglés incluido en el currículum que marca el BOE, y tiene en marcha un plan piloto de inmersión en inglés para algunas asignaturas.
¿Tenemos políticas públicas diseñadas para resolver el reto?
El plan para exigir la certificación del nivel B2 para obtener el título de grado universitario se abandonó, después de una larga moratoria, sin haber abocado nunca los recursos necesarios para hacerlo realidad. Noticias buenas y malas, esfuerzos desordenados. FemCAT creó el Observatorio de los Idiomas como un esfuerzo a medio plazo. Caracterizamos las necesidades de un tejido empresarial cada vez más internacionalizado, para ayudar a hacer de los idiomas extranjeros una prioridad de país.