La internacionalización se ha convertido para muchas pequeñas y medianas empresas en la llave para llevar sus negocios a lo más alto y, en algunas ocasiones, en la principal salida para su crecimiento. Sin embargo, para tener éxito en este proceso, a veces no es suficiente con tener un buen producto, una estrategia bien definida y capacidad para llevarla a cabo. También hay que saber cómo hacer frente a los posibles impagos, una de las mayores preocupaciones del tejido empresarial.
En la Unión Europea, según el último Informe Europeo de Pagos publicado por Intrum, el 28% de las pequeñas y medianas empresas califica como elevado el riesgo que afronta como consecuencia de los intereses derivados de los retrasos en los pagos. Máxime cuando la mitad de ellas, concretamente el 59%, recibe habitualmente peticiones para alargar sus plazos de pago.
El 28% de las pymes califica como elevado el riesgo que afronta como consecuencia de los intereses derivados de los retrasos en los pagos
Ante esta realidad, resulta imprescindible poner en marcha iniciativas para promover una gestión financiera sólida y sostenible dentro de la empresa, que permitan afrontar con seguridad los posibles inconvenientes derivados de los impagos en el entorno internacional. Algo fundamental si tenemos en cuenta que el 20% de las compañías europeas afirma, además, que los impagos ponen en peligro la viabilidad económica de su proyecto empresarial.
La mejor estrategia para huir de la morosidad en el comercio exterior, además de conocer a nuestros socios comerciales y evitar los mercados donde el impago es más probable es, sin duda, apostar por la prevención. Sin embargo, 1 de cada 3 empresas europeas (en España más de la mitad), no toma ninguna medida para protegerse frente a los impagos. En este sentido, más allá de los seguros y garantías bancarias, la mejor solución puede ser algo tan sencillo como realizar un seguimiento constante de los pagos y contar con la experiencia de empresas especializadas que realicen esa función sin dañar la relación con los clientes.
La mejor estrategia para huir de la morosidad en el comercio exterior es, sin duda, apostar por la prevención
No hay que olvidar que existe una normativa contra la morosidad que las empresas pueden aplicar. No obstante, a pesar de que la directiva europea lleva varios años en vigor, en sectores como el hostelero, solo 1 de cada 5 organizaciones europeas conoce los recargos que se pueden aplicar cuando un cliente tiene facturas pendientes.
El futuro de muchas empresas está en la internacionalización, por lo que estar familiarizado con la normativa, así como conocer el mercado y la política de suministro donde se desarrolle la actividad son claves para conseguir que una compañía entre en el camino de la economía sostenible, también fuera de sus fronteras. La internacionalización es el futuro para muchas compañías, y para lograrlo con éxito deben dar los pasos correctos en el presente para así ampliar su horizonte con garantías.