El sector turístico debemos seguir trabajando para que nuestros destinos sean cada vez más sostenibles desde el punto de vista ambiental, económico y social, y también para que la actividad de nuestras empresas siga teniendo como premisa el máximo respeto al entorno. Para hacerlo posible, es necesario que los alojamientos que ofrecemos a los millones de personas que nos visitan cada año estén enfocados hacia un modelo no masificado, de calidad y diferenciado; y que cumplan todas las normativas y estén legalizados. El rigor en el servicio que ofrecen nuestros profesionales debe seguir siendo también una condición indispensable.
Ahora, con los 229 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation que la Dirección General de Turismo de la Generalitat gestiona en toda Catalunya en proyectos vinculados al ámbito turístico tenemos la oportunidad de seguir mejorando como país en el camino del excelencia turística. Pero es necesario que este dinero, muy necesario tras el golpe de la pandemia, sirva para desarrollar propuestas que ayuden al sector turístico a encarar con garantías el actual contexto y le permita seguir avanzando no sólo hacia un modelo cada vez más sostenible, sino también hacia un modelo más digitalizado, con el fin de hacer más eficaces los procesos; y también para desestacionalizar las temporadas turísticas a través de iniciativas que contribuyan a distribuir mejor la llegada de turistas a lo largo del año.
Es necesario estar atentos a la evolución de los indicadores económicos y ver como pueden incidir factores como el incremento del precio de los vuelos o la reducción del ahorro de las familias
El nuestro es un sector potente. En Catalunya, los apartamentos y las viviendas de uso turístico representan el 44% del alojamiento turístico legalizado, cuenta con 497.728 plazas y genera 27.000 puestos de trabajo directos. En 2022 registró 6.120.323 pernoctaciones según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, los datos registrados el año pasado en cuanto a la ocupación de nuestros establecimientos, que se acercaron a las cifras de 2019, y el regreso de los turistas que dejaron de venir mientras duró la Covid19, evidencian que hemos superado la peor crisis de nuestra historia y nos hace ser optimistas de cara a este año.
Este 2023 esperamos que sea el año de la recuperación definitiva, no sólo la del volumen de visitantes, sobre todo extranjeros, sino la de las cuentas de resultados de las empresas. Ahora bien, en el horizonte todavía siguen planeando algunas incertidumbres. Habrá que seguir estando muy atentos a la evolución de los indicadores económicos y ver como pueden incidir factores como el incremento del precio de los vuelos o la reducción del ahorro de las familias. Además, debemos tener en cuenta que las empresas del sector se endeudaron durante la pandemia y estando devolviendo los préstamos que pidieron.