La importancia de las infraestructuras si queremos un país de futuro

El peso de la logística en la economía catalana crece casi un 12 %, unos 28.000 millones de euros, pero faltan inversiones

Les infraestructures són un dels sectors més malmesos per l'infrafinançament català
Les infraestructures són un dels sectors més malmesos per l'infrafinançament català
presidente de Pimec Logística - Clúster Logístico de Catalunya
Barcelona
09 de Abril de 2024

La logística es una actividad transversal clave para la economía del país. Desde Pimec Logística elaboramos anualmente un indicador que la Generalitat incorpora a su observatorio de la logística, donde constatamos su peso en la economía catalana. Este peso es creciente y alcanza casi un 12%, unos 28.000 millones de euros, una vez recuperada la actividad de la crisis de la pandemia de la COVID-19 que la afectó especialmente. Además de su gran peso en la economía, es imprescindible si queremos tener un sector industrial y agroalimentario competitivo. Necesitamos, por tanto, una logística eficiente si queremos un país de futuro, eficiente y viable; y una de las palancas clave para conseguirlo son las infraestructuras, y es aquí donde tenemos una situación dramática, debido a la falta de inversiones crónicas que sufrimos año tras año.

Necesitamos un país en red, donde se pueda desarrollar actividad económica por todas partes, garantizando que las principales áreas de actividad económica y nodos logísticos, portuarios y aeroportuarios estén conectados. Para conseguirlo habría que garantizar que se realicen las inversiones comprometidas y pendientes desde hace muchos años y, seguramente, cambiar el sistema de governança.

Hay que apostar por una gestión de proximidad cómo recomienda la Unión Europea, y Catalunya tiene que asumir las plenas competencias de la gestión de las principales infraestructuras: puertos, aeropuertos, cercanías y Consorcio Zona franca, por ejemplo.

Catalunya tiene que asumir las plenas competencias de la gestión de las principales infraestructuras

Dicho esto, quiero destacar que -entre todas las infraestructuras- hay una que es la verdadera espina dorsal del país. Estamos hablando del Corredor ferroviario del Mediterráneo. En este sentido, si queremos continuar exportando vía terrestre es imprescindible ir sustituyendo el camión por el ferrocarril. Además, hay que dar alternativa a los más de 10.000 camiones que atraviesan diariamente la frontera de la Jonquera. No olvidamos que solo en el sector agroalimentario, todo el arco mediterráneo exporta más de 16.000 millones de kilograms de fruta y verduras.

Por otro lado, la presión por una logística más sostenible es creciente en Europa, y especialmente en nuestros países clientes. Raso y corto, si no solucionamos el problema, dejaremos de poder exportar. Así mismo, tenemos la necesidad de solucionar los cuellos de botella de movilidad en todo el territorio, cómo el paso de frontera o el nudo de Tarragona, entre otros.

Si queremos continuar exportando vía terrestre es imprescindible ir sustituyendo el camión por el ferrocarril

Quiero añadir que sin garantizar un servicio eficiente, en tiempo y calidad, no será posible la migración al ferrocarril del transporte terrestre. Su implementación tiene que poder garantizar la interoperabilidad y la intermodalitat, que englobe tanto servicios regionales cómo otros prestaciones para pasajeros cómo los servicios peninsulares e internacionales de autopista ferroviaria para mercancías. Sin esto no podremos responder a los retos que tenemos.

La dura realidad es que somos en ratios de transporte de mercancías por ferrocarril y de intermodalitat de hace 20 años, y que enviar 40 toneladas de mercancías por camión; en Europa no tiene ningún coste de peajes hasta la frontera y si lo hacemos con ferrocarril sí. Resumiendo: mensajes grandiloqüents y realidades inexistentes.

Tenemos cuellos de botella especialmente dramáticos, cómo es el caso de nudo de Tarragona, que es el tercer nudo logístico más importante de Europa y donde el Ministerio de Transporte está implementando soluciones cómo el tercer hilo ferroviario que quedará colapsado a corto plazo, y que hace más de 15 años que está en proceso de construcción.