A lo largo de este año, se estima que las navieras de cruceros proporcionarán empleo a cerca de 300.000 tripulantes y apoyarán el mantenimiento de decenas de miles de puestos de trabajo en tierra, según indica el estudio An Ocean of Opportunities. En el caso de Catalunya, solo su actividad en los puertos generará unos 9.000 puestos de trabajo. Además, de cara a los próximos años, los planes de crecimiento de las compañías de cruceros —que incluyen el debut de 50 nuevos barcos— implicarán la necesidad de atraer más talento.
Barcelona, puerto de referencia de esta industria no solo en el Mediterráneo, sino también a nivel mundial, debe hacer valer su variada oferta educativa y de excelente calidad para aprovechar esta expansión y convertirse también en un referente para la formación y la contratación.
Enfoquémonos en las oportunidades a bordo. Dependiendo del tamaño del barco, la tripulación puede estar formada por entre 300 y 2.500 miembros; profesionales que desempeñan funciones muy variadas. De hecho, es frecuente encontrar hasta 400 ocupaciones diferentes, que van desde las relacionadas con la operación marítima (capitán, equipo de cubierta y puente, ingenieros, etc.) hasta las de gestión hotelera (equipo de entretenimiento, excursiones, cocina, lavandería, sastrería, servicio de habitaciones, etc.). Asimismo, hay espacio para profesionales en roles tan desconocidos y atractivos como oficiales de medio ambiente, gestión de residuos o instructores de surf o buceo.
En el caso de Catalunya, solo su actividad en los puertos generará unos 9.000 puestos de trabajo
La gran velocidad a la que evoluciona nuestra sociedad y, por tanto, los gustos y las necesidades de unos clientes cada vez más exigentes; la decidida apuesta por la sostenibilidad económica, social y medioambiental, y el creciente e imparable papel de las nuevas tecnologías, con la inteligencia artificial dirigiéndonos hacia una nueva revolución, marcan y marcarán el talento a bordo.
Un ejemplo puede ayudar a ilustrar esta idea. La constante apuesta por herramientas y sistemas que permiten avanzar hacia un futuro más sostenible exige mano de obra con una excelente formación técnica, donde las green skills —aquellas habilidades profesionales que contribuyen a hacer una industria más cuidadosa con el medio ambiente— cobran un gran protagonismo. Estamos hablando, por ejemplo, de profesionales capaces de acompañar a las navieras en esta travesía hacia la consecución de las cero emisiones netas en 2050, que previsiblemente se caracterizará por la combinación de diversos combustibles e incluirá la conexión eléctrica a tierra durante las estancias en puerto.
En Barcelona ya comienzan a producirse algunos movimientos destinados a aprovechar esta oportunidad mediante contactos entre los responsables de recursos humanos de algunas navieras y entidades educativas, económicas y empresariales de la ciudad y su área metropolitana. La idea es alinear los perfiles demandados por las empresas con la oferta educativa existente para ajustarlas y aprovechar al máximo una creciente demanda laboral.
La constante apuesta por herramientas y sistemas que permiten avanzar hacia un futuro más sostenible exige mano de obra con una excelente formación técnica
La industria de los cruceros, que cuenta con una mano de obra verdaderamente global, comparte con Barcelona el valor del cosmopolitismo y la diversidad, la convivencia entre culturas, razas, lenguas y religiones. Y, como no podría ser de otra manera, la igualdad: el 94% de las marineras trabajan en barcos de crucero, mientras que más del 55% de las mujeres que han desarrollado su carrera profesional en el transporte marítimo (tanto en tierra como a bordo) lo han hecho dentro de la industria de cruceros.
Si Barcelona sabe jugar bien sus cartas, encontrará en este segmento del turismo otra fuente para generar alternativas profesionales de calidad para sus jóvenes dentro de una actividad pionera y vanguardista que busca talento; una actividad que avanza paso a paso para convertirse en la forma más sostenible de descubrir nuestro mundo.