Sin el embalaje no se podrían consumir alimentos, ni medicamentos, ni podríamos recibir paquetes en casa y, por descontado, no habría sido posible mantener la temperatura de una cosa tan elemental como las vacunas. Por eso, en unos días en los cuales el Packaging Cluster celebra su décimo aniversario, quería empezar mi escrito reivindicando y haciendo valer el sector del embalaje en Catalunya, tan importante (representa el 4% del PIB y aglutina 723 empresas) como desconocido. Aquello que está presente en todos los ámbitos de nuestra vida para facilitarnos el día a día.
Una reivindicación que también hago extensiva a la percepción de nuestro sector como tradicional. Una visión que contrasta con los avances que hemos obtenido en materia de innovación y diseño, dos de los factores de competitividad más relevantes que tenemos en un sector que no deja de evolucionar y crecer. Nuestro objetivo es cambiar esta visión y ser capaces de captar talento joven y empresas emergentes como ha hecho el sector tecnológico.
Un futuro marcado por un cambio de paradigma
El mundo está cambiando muy rápidamente y el sector del embalaje no es ajeno. Vienen cambios legislativos -con la entrada en vigor en enero del impuesto al plástico reciclado- y nuevas tendencias que cambiarán las reglas del juego y obligarán a las empresas a reinventarse. En este sentido, Europa está marcando la pauta con el objetivo de introducir un 30% de plástico reciclado en el 2030, la cual cosa requiere un esfuerzo de la industria para avanzar en el reciclaje y la reutilización de los envases. Igualmente, estos propósitos serán inasumibles si no van acompañados de un replanteamiento de los modelos productivos y un cambio en el modelo de consumo.
Nuestra responsabilidad como Cluster es hacer pedagogía y entender el dinamismo del sector
Y es que muchas veces se pone el foco en el embalaje, cuando el impacto del mismo es mucho menor que, por ejemplo, la producción de alimentos. Nuestra responsabilidad como Cluster es hacer pedagogía y entender el dinamismo del sector para ayudar a nuestros socios a adaptarse a los cambios que se aproximan. Lo hacemos, por ejemplo, a través del impulso de proyectos innovadores (más de 46, entre propuestas ya presentadas, en curso y en preparación), detectando nuevas tendencias, ayudando a las empresas a adaptarse y entender la nueva legislación o conectando empresas que pueden ser complementarias para mejorar sus servicios.