Tanto por los emprendedores como por los empresarios (también por los empresarios emprendedores), la facturación en general es un hecho que puede acontecer un verdadero dolor de cabeza. "Yo entiendo de ideas de éxito, no de facturas" es un argumento compartido por muchos. No resulta extraño, pues, pensar que las facturas, cuanto más fácil, mejor. Y existe algo más sencillo que la facturación digital?
Las empresas e instituciones necesitan cada vez con mayor urgencia todo un conjunto de métodos tecnológicos para desarrollar transacciones para las cuales se requiere tener toda la información digitalizada, segura y de consulta sencilla. Esto es la e-invoicing. Y es algo que no sólo está creciendo en todo el mundo, sino también en nuestro país: en el Estado español, la facturación del comercio electrónico aumentó el 2017 un 23,4% interanual.
Significa esto que la factura digital es el formato de facturación del futuro? Hagamos un repaso a su evolución durante los últimos años antes de responder esta pregunta...
Un poco de historia
Siempre pasa igual. Lo hemos visto al medio ambiente, la contratación y otras muchas materias que sólo se han regularizado en nuestro país una vez ha habido un impulso de innovación normativa al entorno comunitario. Es por eso que, hasta que la facturación electrónica no empezó a ser motivo de diálogo al marco jurídico y legal de la Unión Europea, en España ni se va ni plantear el tema.
La Directiva 2001/115/CE del 20 de diciembre de 2011 fue la primera que, finalmente, admitió facturas expedidas a través de medios electrónicos. Como primera tentativa (que posteriormente se ha conservado con ligeras variaciones), las facturas electrónicas se admitían al marco legal siempre que se cumplan tres factores: el consentimiento por parte del cliente, la garantía de autenticidad de su origen y la integridad de su contenido (haciendo uso de una firma electrónica o con un intercambio electrónico de datos) y, finalmente, el acceso completo en linea a los datos de la factura.
Esto fue un punto de partida bastante rudimentario que, despacio, se ha ido puliendo y mejorando con diferentes directivas y leyes. A finales de 2016, por ejemplo, entraron en vigor un conjunto de nuevas leyes que ya no sólo recogían el derecho, sino también la obligatoriedad que determinadas personas legales se relacionen con las Administraciones Públicas usando exclusivamente medios electrónicos. Qué significa esto? Que, si las Administraciones Públicas han apostado por el formato de la facturación electrónica, tiene que significar que es el futuro.
Cuáles son las ventajas de la factura electrónica?
Pero, exactamente, por qué es la factura electrónica el futuro de la facturación? Cuáles son sus ventajas respecto a la factura tradicional? Para empezar, y echando del que es obvio, es imprescindible señalar que el envío y cobro de este tipo de facturas es mucho más sencillo gracias a la simplificación de las pasas que implica.
Cualquier persona que haga uso de la facturación electrónica de forma habitual sabe que, usando algún tipo de software o tecnología digital, puede beneficiarse de facilidades como la automatización y la generación de facturas recurrentes, el control de cobros y pagos en vistas personalizadas o la obtención de un balance de cobros y pagos totalmente actualizados y ademanes al día. Ahora bien, qué software o tecnología elegir para gestionar tus facturas electrónicas? Hay varios ejemplos de software de gestión de empresas que se adaptan a las necesidades de cada empresario, emprendedor o compañía.
Así que volvemos a la pregunta del comienzo de este artículo: es la factura digital el formato de facturación del futuro? Parece que la respuesta a esta cuestión es bastante obvia.