En esta era digital no nos quedamos atrás

11 de Julio de 2018

Cuando hablamos de Revolución 4.0 pensamos en un gran cambio, una rotura, una transformación, y es así pero tenemos que ser conscientes que representa y qué es exactamente este cambio. La transformación digital es ciertamente un cambio tecnológico, social y económico. Las tecnologías de la información y la comunicación, la internet de las cosas y los nuevos materiales permiten la digitalización de los procesos de producción dando una nueva magnitud al concepto, ya no sólo de producto o de empresa sino de sociedad. Es un concepto global que rompe la unidireccionalitat de los procesos socioeconómicos para hacerlos hiperconnectats en todos los sentidos y todas las direcciones.

Muchas empresas están convencidas que esta revolución habla de robots, de grandes maquinarias, de grandes redes de datos, de impresoras 3D... Pero no habla sólo de esto. Habla también muy especialmente de conocimiento, y del uso que en estiércol. Y es que este nuevo panorama, que decimos nuevo pero hace más de 10 años que se está extendiendo y que va transformando / cambiando la manera de entender los procesos, es un panorama en el cual lo principal elemento que conecta e interviene en todos y cada uno de los adelantos que se van tirando, son los datos, la información que recibimos a través de los dispositivos inteligentes. Y son todo tipo de datos, desde el desgaste que tiene un rodamiento, la variación en el consumo de energía según la época del año o la hora del día, el trayecto que hace un camión, el cálculo de la mejor ruta del GPS, poder activar la alarma de la nave desde un Iphone o controlar a distancia el rendimiento de una máquina a la otra punta del país.

Muchas de las herramientas que nos proporcionan estos datos ya las tenemos en casa nuestra, están instaladas, funcionan desde hace tiempo. La diferencia, el que hace que esta Revolución 4.0 sea tan grande, es el que nosotros estiércol con estos datos que nos llegan, con esta información, que nos permite actuar, prever, anticiparse. Y también el regreso en forma de datos una vez el producto o servicio es en manso del cliente, que nos permite avanzar, saber qué modificar o que consolidar.

Un primero gran paso en este cambio, por la mayoría de las empresas, es mirar qué tenemos en casa, y como sacar el máximo de provecho. Y en este caso, la gran mayoría a veces no requerirá grandes inversiones ni grandes transformaciones. Pero que nadie piense que nos podemos quedar con los brazos cruzados. La madurez digital de las empresas de casa nuestra es fuerza desigual, hay que se han ido adaptando a los cambios, pero otros están todavía bastante lejos, tenemos que mirar puertas adentro y buscar de qué manera podemos estar más preparados y más alineados con esta transformación, qué incorporar, qué mejorar, qué cambiar... para no quedarnos atrás. Tenemos que tener claro que o nos añadimos a esta revolución o dejaremos de existir.

Porque esta nueva revolución industrial viene de la mano de herramientas, habilitadors y dispositivos innovadores y sorpresivos que facilitan que el YATE (la Internet de las cosas) esté en "todas las cosas" y nos permita lograr la excelencia o la mejora de cualquier producto o proceso. Fábricas inteligentes, robótico avance, impresoras de nuevos materiales, el concepto de la ciberseguretat, la hiperconnectivitat, la nube, plataformas colaborativas... Todo son conceptos muy nuevos por la gran mayoría de nosotros, herramientas nuevas, estrategias que chocan con la metodología mayoritariamente extendida entre el sector empresarial e industrial. La tecnología no es el destino, la habilidad digital es el que empodera a las personas para cambiar las cosas. Y nos encontramos en este camino.

"La tecnología no es el destino, la habilidad digital es el que empodera a las personas para cambiar las cosas"

Podemos adquirir muchas herramientas nuevas y transformar nuestra fábrica en la más inteligente de todas, pero necesitamos la capacidad humana, el conocimiento experto para hacer funcionar toda esta tecnología, para interpretarla, para saberla entender y poderla exprimir al máximo para obtener los mejores resultados. Y esto no lo podremos hacer si nuestros equipos no crecen en conocimiento, en habilidades, en competencias. El mundo cambia y no podemos permitir que la tecnología nos deje atrás, notenemos que luchar en contra sino ir al lado. La humanidad ha usado siempre herramientas e instrumentos propios de la técnica y la innovación para mejorar. Ahora lo era es digital y es con estas herramientas que podemos seguir avanzando y nos tenemos que preparar para poder ser capaces. Las nuevas generaciones que suben tienen que estar preparadas pero muy especialmente las generaciones que ahora trabajan y son el palo de pajar de muchas pequeñas y medianas empresas.

Desde la Unión Empresarial de la Anoia creemos en la capacidad de todas las empresas para poner en marcha este cambio, por arremangar-se y conseguir el máximo, y no sólo no desaparecer sino crecer y despuntar, dentro de esta nueva era de las máquinas y de la información. Y es por eso que estamos y estaremos a su lado para acompañarlas en esta transformación. Desde el proyecto UEAnoia 4.0 ponemos herramientas, conocimiento y apoyo a disposición de todos aquellos que los haga falta un punto de apoyo para dar un paso más, y después otro y otro para no dejar nunca de avanzar.

Por este motivo, la Cena Empresarial de la UEA -que se celebrará el próximo 12 de julio- tendrá como eje vertebrador la revolución tecnológica. Es la hora de recordar que, como pasa en todas las grandes revoluciones, la transformación sólo beneficiará a aquellos que sean capaces de innovar y de adaptarse al cambio.