En un mundo lleno de tensiones y una fuerte pugna entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial, la Unión Europea tendrá que encontrar su propio espacio. En Europa los aliados ganaron la Segunda Guerra Mundial gracias a la decisiva intervención de Estados Unidos. Desde entonces, la dependencia de Europa de los americanos ha sido, y es, muy elevada.
Pero en estos 75 años el mundo ha cambiado mucho. Países que hasta hace poco eran política y económicamente poco relevantes, están cogiendo un impulso cada vez más destacado. India, Brasil, Indonesia, Arabia Saudí, Turquía o Sudáfrica, son países no alineados con nadie; se quieren centrar en defender sus intereses y están contribuyendo a configurar una nueva realidad mundial. Si la UE quiere evitar su declive y tener peso en esta nueva realidad, tiene que tener un gobierno fuerte, capaz de tomar decisiones con agilidad y que hable con una sola voz.
"En estos 75 años el mundo ha cambiado mucho"
La decisión más importante y urgente de la UE es la de reformar los tratados actuales para facilitar su gobernanza y poder avanzar en su integración, cosa que supone que los países renuncien a la soberanía nacional, en temas tan sensibles como las relaciones exteriores o la defensa. Un gobierno con 27 países miembros en los cuales las grandes decisiones se tienen que tomar por unanimidad es imposible de gestionar.
Pero en la UE hay otras muchas cuestiones propias a resolver: entre ellas, recuperar la soberanía en política exterior, economía, tecnología y defensa; adaptar la economía europea al nuevo entorno económico y político mundial; conseguir que Europa sea un espacio seguro y en paz; ganar la confianza de los ciudadanos en las instituciones europeas.
¿Cuál tendría que ser el papel de la UE en este mundo que se está transformando? La UE tiene que ser un actor mundial activo, independiente, y abierto a todo el mundo. Un hito destacado es conseguir que Europa sea un territorio de paz, objetivo al cual tendrá que destinar tantos esfuerzos como hagan falta. También es de vital importancia evitar la fuerte dependencia que tiene de algunos países. Para poder defender sus intereses y tener un rol en la esfera mundial, la UE tiene que mantener una buena colaboración con Estados Unidos, pero también con los otros pueblos del mundo, incluidos China y Rusia, a pesar de las profundas diferencias ideológicas y de intereses existentes.
En cuanto a seguridad, la UE tiene que tener un sistema de defensa y un ejército propio, puesto que los intereses americanos no siempre coinciden con los europeos. Países europeos se han visto involucrados en guerras que no eran las suyas, como por ejemplo, en Irak, Afganistán o ahora en Ucrania, guerra que se podría haber evitado. El presidente DonaldTrump ya demostró que los intereses de Estados Unidos están por encima de toda otra consideración; lo dejó muy claro: "American First". También mostró un fuerte desprecio por la UE, la cual no puede depender de los resultados electorales de los americanos.
"Tal y como van hoy las cosas en el mundo, no hay muchas alternativas, o entendimiento y colaboración, o estamos condenados a la guerra"
El mundo tiene delante retos globales vitales. Entre ellos, el sistema de gobernanza mundial actual que nos está abocando al precipicio. Para encarar estos retos se tiene que pasar de una gobernanza unilateral de Estados Unidos a una multilateral en la que estén representados también los otros países. Tendrían que ser unas nuevas Naciones Unidas, sin países con derecho a veto.
Todo esto solo será posible si hay un pacto de mínimos entre Estados Unidos y China, y tiene el apoyo de los países más significativos. Una UE unida, fuerte y potente tendría que ser la abanderada de impulsar este entendimiento y la franca colaboración entre países. Tal y como van hoy las cosas en el mundo, no hay muchas alternativas, o entendimiento y colaboración, o estamos condenados a la guerra. Esperemos que la cordura se imponga.