Se calcula que los costes totales de los problemas de salud mental en Europa representan más de un 4% del PIB en los países de la UE, lo que equivale en euros a más de 600.000 millones al año (Health at a Glance: Europe 2018).
"Los costes totales de los problemas de salud mental en Europa representan más de un 4% del PIB en los países de la UE"
Ante estas cifras, promover la salud mental en las empresas es también una prioridad, no podemos obviarlo. Las buenas prácticas para el bienestar de las personas en la empresa es responsabilidad de todos, tanto empresarios, mandos como trabajadores. Es una causa general, no partidista que nadie quedé al margen. Una de cada seis personas en los países de la UE han tenido un problema de salud mental el 2016, lo que equivale a 84 millones de personas.
Pero qué responsabilidad tienen las empresas, qué camino tendrán qué decidir?, dónde podrán encontrar el equilibrio entre la productividad y el bienestar?, si fomentan el bienestar conseguirán también la productividad? Lo que no parece nada sostenible, al menos a medio y largo plazo será sacrificar el bienestar por la productividad, pues las consecuencias por las personas y las organizaciones pueden ser agobiantes.
Quizás es cuestión de decidir qué modelo tomamos como referencia. Sabías que en Japón tienen un grave problema con la "muerte por exceso de trabajo"? Incluso tienen una palabra para este tipo de mortalidad karoshi. La palabra se refiere a los empleados que mueren debido a enfermedades relacionadas con el estrés, como son los ataques cardíacos, derramamientos cerebrales, o que se quitan la vida debido a las presiones del trabajo.
Seguramente esta nueva realidad social que venimos hablando de desde hace un tiempo, donde el éxito empresarial se tendrá que medir más allá de los desempeños financieros, se irá imponiendo como la lluvia fina que va empapando sin darnos cuenta.
"Sabías que en Japón tienen un grave problema con la "muerte por exceso de trabajo"? Incluso tienen una palabra para este tipo de mortalidad karoshi"
No estaría de más empezar a adquirir algunos hábitos más saludables dentro de las empresas, incentivando y bonificando las relaciones y emociones positivas más allá de la productividad, la baja conflictividad, los actos de voluntariado "de ayudar sin esperar nada a cambio", la responsabilidad y el desempeño de las normas de convivencia y bienestar entre las personas; quizás todo ello parece una utopía a estas alturas, pero el tiempo podrá darnos la razón en un futuro. La salud mental es más que una cuestión de cifras, se trata de personas y es de responsabilidad de todos reducir las causas que provoquen ciertos trastornos, y también en las empresas donde pasamos tanto de tiempos, verdad?