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El capitalismo de vigilancia está en tus manos

25 de Julio de 2019
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa

Hace una semana hablaba de si el móvil nos escucha sin nuestro permiso. La buena noticia era que no nos escucha, y la mala, que para adivinar nuestro futuro inmediato (donde haremos clic) no le hace falta. Empresas como Facebook, Google o Amazon tienen múltiples canales en linea por donde los entran torrentes de información conductual de sus usuarios. El buscador de Google, el correo Gmail, Google Docs, Google Maps y el sistema operativo Android son algunos del canales de información de Google. Es lo que la psicóloga y escritora Shoshanna Zuboff denomina capitalismo de vigilancia, y que da título a su último libro.

Los datos conductuales en linea son complementados con datos de fuera de línea que se compran a "brokers" de datos. Equifax es ud. Con presencia en todo el mundo, agrega información creditícia de cerca de mil millones de personas jurídicas que vende a empresas y particulares. Equifax ha saltado a primera línea de actualidad al recibir una multa de 700 millones de dólares en los EE.UU. por un fuga de datos al 2017. Unos hackers pudieron acceder a los datos de 147 millones de consumidores norteamericanos, incluidos números de seguridad social, de carné de conducir, fechas de nacimiento, direcciones y en algunos casos números de tarjeta de crédito. Algunas de estos datos aparecieron en la Dark Web en venta.

A todos estos datos tenemos que añadir el más importante de todos, el que permite conectar el mundo físico con el digital: el correo electrónico, el mismo que probablemente usáis en Google, Facebook, Amazon y Wallapop. A partir de aquí no hay que ser ningún premio Nobel para programar un algoritmo que cruce datos y que nos haga un vestido a medida con la publicidad.

"A partir del correo electrónico no hay que ser ningún premio Nobel para programar un algoritmo que cruce datos y que nos haga un vestido a medida con la publicidad"

Google era aquel buscador simpático fácil de usar y eficiente que sobrevivió a la explosión de la burbuja de las puntocom en 2000. En aquel tiempo ni Brin ni Page creían en la publicidad. La prueba son las numerosas declaraciones y publicaciones a favor de una web abierta y sin anuncios, además del hecho que en el proyecto de AdWords sólo trabajaban siete personas, que compartían con Brin y Page la animadversión hacia la publicidad en linea. En la base de todo esto había la idea que los resultados de la búsqueda no podían ser neutrales si había anunciantes invirtiendo en publicidad.

Pero las cosas cambiaron con Eric Schmidt al frente. Sólo dos frases literales suyas para ilustrar qué puede saber Google de nosotros: "Si observamos bastante bien vuestra mensajería y vuestra ubicación, y utilizamos la inteligencia artificial, podemos predecir donde iréis" y "Muéstranos 14 fotos y podemos identificar quién eres. Crees que no tienes 14 fotos tuyas en Internet? Tienes fotos en Facebook! ".

Hoy Google controla el 31,1% de los 333 mil millones de dólares de inversión publicitaria global en linea, Facebook el 20,2%, Ali Baba (el Amazon Chino) el 29,2% y Amazon el 4%. (Font: eMarketer).

Schmidt: "Si observamos bien vuestra mensajería y vuestra ubicación, y utilizamos la inteligencia artificial, podemos predecir donde iréis"

El otro momento eureka de Google es el que llevó a la creación de Google Maps y en última instancia el sistema operativo Android; particularmente interesantes puesto que son la interfaz entre el mundo físico y el digital. Ahora ya nos hemos acostumbrado pero en 2007 cuando Google anunció un sistema operativo para móviles no se entendía demasiado. Quería competir con Apple y vender iPhones propios? Regalaba a la competencia un sistema operativo abierto, carísimo de desarrollar y de mantener, porque quería que todo el mundo accediera a la telefonía móvil? Sí pero no por los motivos que os pensáis.

Hasta el 2007 la empresa hacía dinero con la publicidad que insertaba en las páginas de resultados a su buscador y al servicio de mapas que había sacado el 2005. Pero con la llegada del iPhone en 2007 la web se había vuelto móvil, gracias a unos móviles avispados proveídos de sensores de posición, de GPS y de cámara fotográfica; de repente Google no sólo sabía qué buscábamos, sino desde donde lo buscábamos y con quien lo buscábamos, una información tanto o más valiosa que la búsqueda en sí.

En 2000 con AdWords Google puso las bases del capitalismo de vigilancia —entonces todavía se llamaba capitalismo de datos—, en 2005 con Google Maps lo refinó uniendo el mundo físico con el digital con Google Maps, y finalmente lo llevó a las masas en 2007 con su sistema operativo Android. Facebook, el otro gran proponente del capitalismo de vigilancia, ha seguido a la estrella y lo ha llevado a unos ámbitos de influencia social y política sin precedentes en la historia de la comunicación persuasiva. La reciente multa de 5.000 millones de dólares que la FTC le ha impuesto por el asunto de Cambridge Analytica, representa menos de la cuarta parte de sus beneficios anuales; al saberse el importe sus acciones subieron un 1,81%.

Cómo dice el periodista Marc Argemí en un hilo de Twitter ilustrativo: "la lucha por nuestra privacitat es más compleja de lo que podíamos imaginar, porque hay demasiados beneficios en el hecho de mercantilitzarla. Raso y corto: nuestros datos valen tanto dinero que el capitalismo de vigilancia no nos pondrá fácil que recuperemos el control".

Argemí: "Nuestros datos valen tanto dinero que el capitalismo de vigilancia no nos pondrá fácil que recuperemos el control"

Pensad en todo esto mientras borráis la aplicación FaceApp porque es rusa y sube vuestras fotos a los servidores de la empresa, servidores que tiene contratados en Google y Amazon.