Todo el mundo pendiente de la llegada en barco de la Greta Thunberg en Lisboa y de su presencia a la Cumbre del Clima 2019 "conocida-anteriormente-como-de-Chile" y que ahora está en Madrid. Si juzgamos por las críticas furibundas que recibe de los opinadores de los diarios nacionalistas españoles, en general hombres blancos con problemas de vejiga, parece que está haciendo bien su trabajo. Para un columnista que sólo influye en su parroquia de Twitter tiene que ser jodido ver cómo una adolescente con cuatro carteles y unas cuántas fotos en las redes sociales es capaz de influir en la agenda global. Cómo decía el admirado Ramon Barnils "está bien que hablen de ti aunque sea bien". Si encajáis con el perfil descrito, sepáis que tenéis un teléfono de la esperanza.
El otro gran hito de Greta es la de hacer llegar el debate al futuro. De repente en cada casa han aparecido unos cuántos activistas del clima en forma de preadolescentes y jóvenes que han visto en la chica de las trenzas a la compañera con quien les gustaría sentarse, que podría ser en su grupo de Whatsapp o a quien podrían seguir en Instagram. Han compartido vídeos, hecho memes, comentado fotos y le han hecho incontables 'me gusta'. El Capitán América, Spiderman y los padres están en Netflix; Greta y ellos están YouTube e Instagram. En este sentido he visto cosas que vosotros los humanos no creeríais nunca jamás. He visto hijos preadolescentes de miembros de consejos de dirección de empresas energéticas de Madrit (concepto, en el sentido de Iu Forn) abucheando a sus padres porque la empresa no está bastante comprometida con la lucha contra la emergencia climática y porque los intereses que representan van contra los del planeta.
"El Capitán América, Spiderman y los padres están en Netflix; Greta y ellos están en YouTube e Instagram"
La tercera gran contribución a la humanidad de Greta es producto de la inteligencia colectiva de internet; un ejemplo de co-creación global donde el resultado es más grande que la suma de las partes. De su impactante discurso en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York en septiembre de este año, quedó una afirmación que resumen en tres palabras (cuatro en inglés) la emergencia climática: "Aquí y ahora" ("Right here, right now" en el original). Curiosamente estas palabras son el título de una obra maestra de la música electrónica: el tema "Right Here, Right Now" de Fatboy Slim (el alter ego del músico y productor británico Norman Cook, quién fue batería de los Housemartins). Pues bien, al miembro del grupo de electrónica sudafricano The Kifness, David Scott, le faltó tiempo por remezclar el discurso de la joven activista con el tema de Fatboy Slim y lo publicó en su cuenta de Instagram. El vídeo tiene hoy más de 110 millones de visualizaciones. La siguiente noticia ya es la del vídeo del éxtasis colectivo en el festival de música electrónica de Gateshead en el Reino Unido con toda la gente recitando el discurso de Greta mientras el Fatboy Slim pinchaba la remezcla de Scott en directo. El poder de la palabra y de la electrónica. A favor.