Cambra de Comerç de Barcelona fue fundada el 1886 para defender los intereses generales de las empresas y velar por el fomento del comercio y la industria. De esto ya hace 133 años y se nota: el mundo ha cambiado mucho y la Cambra no tanto. La misma idea de empresa ha cambiado radicalmente y el siglo XX nos ha dejado un contexto donde la actividad económica más habitual ya no es la gran empresa o la gran industria, sino que un 94,48% de las empresas establecidas en Catalunya corresponden a un trabajador autónomo o una empresa con menos de 10 asalariados, una realidad que la Cambra no refleja y quizás tampoco entiende. Tanto es así que todos estos autónomos y pequeñas empresas ni siquiera saben que por el solo hecho de existir ya son miembros de la Cambra, y que por lo tanto tienen todo el derecho a votar y configurar sus órganos de gobierno. En las últimas elecciones a la Cambra de Comerç de Barcelona, el 2010, todo se decidió con menos de 700 votos cuando tenían derecho a voto casi 400.000 autónomos y empresas. El diagnóstico no puede ser más preocupante: o no saben que pueden votar, o no creen que sirva para nada.
"Un 94,48% de las empresas en Catalunya corresponden a un trabajador autónomo o una empresa con menos de 10 asalariados, una realidad que la Cambra no refleja y quizás tampoco entiende. Tanto es así autónomos y pequeñas empresas ni siquiera saben que por el solo hecho de existir ya son miembros de la Cambra y tienen el derecho a votar"
Si la Cambra no nos representa, por qué sirve? Probablemente le ha pasado lo mismo que a la vieja política, que ha acabado desarrollando más buenos vínculos con las estructuras de poder que no con aquellos a quienes tendría que representar y defender. La Cambra de Comerç de Barcelona es como un pequeño parlamento, con una Presidencia y un pleno formado por 60 escaños, donde se vota y se delibera, pero también donde se decide quién de ellos sentará a los órganos de gobierno de Fira de Barcelona, Autoritat Portuària de Barcelona, Àrea Metropolitana de Barcelona, Consorci de la Zona Franca, Consorci de Turisme de Barcelona, Institut Municipal de Mercats de Barcelona, Unió de Polígonos Industrials de Catalunya, Barcelona Centre de Disseny, Barcelona Centre Logístic, Mercat Carni, Palco de Cereals, Palco de Vic, Tribunal Arbitral de Barcelona, Institut Europeu de la Mediterrànea, Institut d'Estadística de Catalunya, Fundació PuntCat, Fundació Conservatori Liceo, Consell Social de la Cultura, y un larguísimo etcétera que ocuparía muchas páginas, todas interesantes. Es evidente que la Cambra de comerç es un lugar desde donde se puede influir y actuar, por lo tanto, hay que ir a votar para elegir quién queremos que lo haga.
Cuando hay tanto poder hay muchos intereses, y cuando esto pasa siempre hay quién cree que todo se vale. Las últimas elecciones no sólo se resolvieron con menos de 700 votos, sino que además un juez declaró inválidos otros 6.500 votos, todos ellos emitidos por correo de manera poco clara. Por lo tanto, de un total de 7.200 votos, casi 9 de cada 10 se declararon ilegales. Soy empresario, y autónomo, y todo esto no me puede representar. Soy un firme defensor de las instituciones como mecanismo para coordinarnos al espacio público, como punto de encuentro donde debatir y construir un futuro compartido. Si creemos que todo ello tiene que ser más claro, más muy orientado, más ambicioso y más capaz, el camino pasa antes por reconquerir las instituciones que no para abandonarlas. O te presentas como candidato o votas, pero si cruces que necesitamos y merecemos cambios, hay que pasar a la acción.
"En la Cambra que es como un pequeño parlamento le ha pasado lo mismo que a la vieja política, que ha acabado desarrollando mejores vínculos con las estructuras de poder que no con aquellos a quienes tendría que representar y defender"
De aquí a 15 días hay elecciones para renovar los órganos de gobierno de todas las Cambres de comerç de Catalunya. Esta vez serán con voto electrónico, en un intento valiente de la Conselleria d'Empresa i Coneixement de la Generalitat de Catalunya de mejorar las garantías y la calidad democrática, y se llevarán a cabo del 2 al 7 de mayo. Pero no será fácil: las Cambres han decidido que la consulta del censo parezca una gimcama, y es casi imposible descubrir qué personas forman cada candidatura. Ir a votar no es sencillo, y descubrir a quien quieres votar tampoco. Yo soy uno de los candidatos, pero no encontraréis mi nombre en ninguna parte.
En verdad es bastante sencillo. Igual que a las elecciones generales cada cual vota al representante de su provincia, a la Cambra cada cual vota al representante de su sector de actividad económica. Los pescaderos a los pescaderos, los tenderos a los tenderos, los riders de Glovo a los mensajeros... y los banqueros a los banqueros. Cada cual elige quién quiere que lo represente, y este representante ocupa uno de los 60 escaños. Estos 60 escogidos elegirán al Presidente o Presidenta de la Cambra. En mi caso, aspiro a ser el representante de las asociaciones y fundaciones y lo hago como miembro del Patronato de Enciclopèdia Catalana. Y si de mí depende me gustará que Enric Crous sea el Presidente, por su calidad humana y por el equipo que ha sido capaz de reunir y motivar.
"Las Cambres han decidido que la consulta del censo parezca una gimcama, y es casi imposible descubrir qué personas forman cada candidatura. Ir a votar no es sencillo, y descubrir a quien quieres votar tampoco. Yo soy uno de los candidatos, pero no encontraréis mi nombre en ninguna parte"
Consulta las diferentes candidaturas, compara las propuestas, y busca ayuda si el procedimiento de voto te parece complicado (obviamente, encontrarás aquí). Pero vota. Necesitamos instituciones modernas para afrontar el futuro, y la Cambra, o cambia o cierra.