Desde pequeñita, nunca he sido una persona de ídolos. Siempre me ha gustado aprender de la gente que me rodea, que está cerca, que la veo alcanzable y a la vez, ¡lejana y grandiosa! ¡Son mis referentes!
Cuando me preguntan por referentes, me cuesta dar un nombre que haya inspirado toda mi vida. Sin embargo, se me ocurren muchos nombres y no sé darle el protagonismo a uno solo. Son personas que han compartido momentos en mi vida, o que las he sentido cerca, aún sin ser de mi entorno, que me han inspirado por cómo actúan, por cómo se comportan con los demás, por cómo consiguen sus objetivos, por sus valores... Y si hay algo que destaca en todas esas personas es que son generosas, colaborativas, humildes, con ganas de ayudar y aportar.
Estoy tentada de dar nombres, pero no quiero dejarme a nadie (¡la lista es muy larga!). Me gustaría compartir rasgos que me inspiran de algunas de ellas:
- La determinación y complicidad de una persona a la que admiro muchísimo y que sigue cada día inspirándome y siendo mi referente.
- La capacidad de sacar lo mejor de cada uno y hacer que brille.
- La templanza y saber hacer, siendo fiel a sus valores y pensamientos.
- La energía y nobleza de una mujer con un talento extraordinario que no permite que se le suba a la cabeza.
- La pasión y capacidad de reinventarse, siempre compartiendo y sumando en el camino.
- La capacidad de cambiar las reglas, establecer nuevas y demostrar que es posible.
- La humildad y nobleza de una persona que vale más de lo que se cree y que ha llegado lejos sin perder sus valores.
- La capacidad de ver lo bueno en todas las personas que la rodean.
- La fuerza y sencillez combinadas para hacer la vida más fácil a sus equipos.
Estas personas que acabo de describir son mujeres que han llegado muy lejos en su profesión sin dejar de ser ellas mismas, manteniéndose fieles a sus valores y ayudando a otras por el camino.
Estas mujeres me han inspirado, me han hecho crecer y me han hecho ser mejor profesional y mejor persona.
Hay mucho talento femenino y también mucho masculino, hay TALENTO. Es ahí donde reside la riqueza, cada uno aporta diversas cualidades, porque SOMOS DIFERENTES, no somos iguales. Cuando hablamos de igualdad, en realidad hablamos de igualdad de oportunidades, no se trata de ser iguales, ni excluir a los que ya están. Esto va de SUMAR, COMPARTIR para aportar visiones distintas, opiniones diversas y JUNTXS, tomar las mejores decisiones para crear el futuro que queremos. Y para que esto suceda, tenemos que estar TODxS representadxs.