Hace pocos días he asistido a la inauguración del curso académico 2021-2022 de la Escola Tècnica Superior d'Enginyeria Industrial de Barcelona. La lección inaugural, a cargo de PauGuarro, director general de Between, versó sobre Ingenieros e ingenieras: talento al servicio de la sociedad. En el acto se hizo la entrega de premios extraordinarios y menciones, y el reconocimiento al profesorado y personal de servicio de la escuela, con motivo de su jubilación. Cuánto talento y cuántas ilusiones juntas.
En mis palabras de saludo, les quise dirigir una reflexión sobre el propósito de Enginyers Industrials de Catalunya, que no es otro que no rehuir la responsabilidad que tiene la tecnología en nuestra sociedad para hacer avanzar el progreso del mundo y de las personas. Ante tanto talento que tenía ante mí, este talento emergente, pensé que su gestión representa uno de los principales retos de la nueva etapa que estamos comenzando. ¿Cómo podremos conservarlo? ¿Cómo lo podremos atraer? O, todavía más importante, ¿cómo podremos ayudar a crear más, a hacerlo crecer?
Las nuevas hornadas de ingenieras e ingenieros son los que tienen que hacer posible la nueva industria, motor del nuevo progreso. Porque la evolución tecnológica vuelve a tener hoy el máximo protagonismo en la recuperación económica y en la transformación de la sociedad, como fueron decisivos en su momento la introducción del vapor, la electricidad o las tecnologías de la información, para citar algunas. Sabemos que detrás del creciente bienestar siempre ha estado la ingeniería, y siempre estará.
Necesitamos que las mujeres ingenieras tengan el máximo protagonismo en nuestras empresas, entidades y entre nuestro colectivo profesional
"Lideramos la evolución tecnológica para el progreso del mundo y las personas". Es nuestro propósito, que proclamamos en la última edición de nuestra Festa de l'Enginyeria, donde dimos mucho protagonismo a la E que encabeza la palabra ingeniería en catalán (enginyeria). E de enginy (ingenio), el que tenemos que exprimir; y E de ejemplo, el que tenemos que ser para el conjunto de la sociedad. Una letra E que también nos recuerda que, en esta nueva era, tienen que brillar equipos, expertise, experiencia, eficiencia y, lógicamente, tenemos que perseguir siempre la excelencia.
Pero hay una E igualmente importante por aquello que representa, significa y comporta. Es la E de equidad. Siempre la hemos llevado adentro y es de justicia hacerla aflorar. Necesitamos que las mujeres ingenieras tengan el máximo protagonismo en nuestras empresas, entidades y entre nuestro colectivo profesional. Nuestra profesión no será completa si no la enriquecemos con una parte significativa del talento femenino que nos falta.
Pero tampoco nos podemos olvidar de la equidad generacional. El futuro son los jóvenes. La next generation no vendrá tan marcada -que también- por el buen uso de los fondos económicos que, con urgencia y bajo este mismo nombre, tienen que dedicarse a una verdadera transformación estructural de nuestra economía, como de la valentía de instituciones como las nuestras, que sepamos hacer de nuestros jóvenes profesionales una parte activa del presente y del futuro. Para hacer frente a estos retos, hemos puesto en marcha la Càtedra EIC-UPC Enginyeria i Empresa.
Tenemos que conectar el mundo universitario con las escuelas de ingeniería para hacerlas todavía más partícipes de nuestra institución, permeabilizando las barreras entre la academia y la profesión
Esta cátedra universitaria es la pieza que nos ayudará a cerrar el círculo del talento, para conectar -todavía más estrechamente- con el mundo universitario, con las escuelas de ingeniería de toda Catalunya, para hacerlas todavía más partícipes de nuestra institución, permeabilizando las barreras entre la academia y la profesión.
La nueva Càtedra EIC-UPC Enginyeria i Empresa tiene como compromiso la ocupabilidad de los futuros ingenieros e ingenieras y su incorporación al mundo profesional, desde el conocimiento de la práctica profesional y la mentorización de los jóvenes estudiantes de ingeniería.
Porque ayer, hoy y siempre, este es nuestro propósito, nuestro compromiso de presente y futuro. Y al hacerlo realidad hemos puesto, ponemos y pondremos todos nuestros esfuerzos, toda nuestra energía y toda nuestra determinación.