Vuelve el Integrated Systems Europe (ISE) a Barcelona y Barcelona al mundo. Con más de 1.000 empresas y 68.000 participantes registrados representa el retorno a la normalidad ferial del país que rematará el MWC a finales de mes. Entre "el adiós Amsterdam, hola Barcelona" que su director general, el Sr. Mike Blackman pronunciaba el último día de la última edición del certamen en los Países Bajos, han pasado solo tres años que parecen muchos más. Entre medio, una pandemia, una cancelación, una edición de circunstancias y millones de euros al garete hasta llegar finalmente a la edición de este año. Un camino similar al que también hizo el Mobile World Congress (MWC).
Los paralelismos no son menores. De hecho, la impresión de entrar en uno y otro es exactamente la misma: mucha gente, de todo el mundo y presencia de las mismas marcas profesionales y de consumo. En el ISE, como en el MWC, encontramos: Lenovo, Microsoft, Hewlett-Packard, Logitech, Epson, Samsung y Panasonic por citar unas cuantas. También hay una presencia desproporcionadamente masculina que, así a ojo, diría que se acerca al 99,9%. Hay abundancia de corbatas pero parece que el código de etiqueta es más laxo que en el MWC. De todos modos a alguien que lo dejaran en medio de uno u otro congreso solo sabría que está en Barcelona (me recuerda a algún cuento de Pere Calders).
En el ISE encontramos todo lo que hace falta para la comunicación que, hoy y en esta parte de mundo, es practicamente toda audiovisual y por lo tanto intermediada por pantallas, ordenadores y redes. No es de extrañar que las grandes triunfadoras sean las pantallas, cuanto más grandes e interactivas mejor. Hay de todo tipo con tres grandes tendencias: visores de Realidad Virtual, pantallas enormes (hay una LG de 277 pulgadas, una pantalla de cine multisala) y pantallas inteligentes dirigidas a enseñanza. De hecho dentro del ISE se celebra el Education Technology Summit, una jornada dedicada únicamente y exclusiva en la tecnología aplicada a la enseñanza, un ámbito en el que la digitalización se ha hecho de cualquier manera con resultados más que dudosos.
Una anécdota que lo ilustra a la perfección. Todos sabemos que la mejor manera de tomar notas es a mano. Como el espacio del papel es finito y editar un texto ya escrito requiere volverlo a escribir, nos lo miramos bien antes de escribir nada. Es por eso que antes de "comprometer" nada en el papel hacemos el esfuerzo de entender y resumir aquello que queremos escribir para finalmente escribirlo con nuestras palabras. En cambio en un ordenador —teclado + pantalla— el "papel infinito", el control-Z y el corta y pega condicionan nuestra manera de "comprometer" información; no dudamos en escribir todo aquello que nos llega, sea relevante o no —se escribe más rápido en un teclado que a mano— y para hacerlo no nos hace falta ni entenderlo ni interiorizarlo ni resumirlo.
Lo he tenido muy presente porque he estado un buen rato paseando por los stands de la feria con un bloque de papel en la mano y nada más. Había pensado que cogería el primer boli de propaganda que encontrara y empezaría a tomar notas para este artículo. Y no. No había. He estado los primeros veinte minutos de visita que no he visto otra cosa que mostradores y objetos de propaganda porque solo tenía el objetivo de encontrar un boli. Gafas de sol, cafés, pastas, jamón e incluso unos calcetines marca Logitech, pero ningún boli. A escribir, a la pantalla. Al final he encontrado uno en uno stand pequeñito, de aquellos que poenen en los pasillos que tocan a la pared. Desde aquí querría agradecer a ALGO Solutions de Canada, el patrocinador de este artículo.
Un último parecido que el ISE y el MWC: en ambos congresos Apple es el gran ausente y el que todo el mundo mira de reojo. Especialmente este año que todos los rumores apuntan al lanzamiento de unas gafas de realidad virtual y realidad aumentada de la marca de la manzana. Un dispositivo que promete llevar la realidad virtual al gran público, hacerle superar el efecto uau y hacer que todo el mundo las quiera llevar porque son Apple y te hacen ver cool. Además, las gafas permitirían la creación de aplicaciones para un supuesto Metaverso de Apple a través del asistente de voz Siri. Permitidme que lo ponga todo en la nevera de momento; salimos desde muy atrás. Pero es Apple y tienen un buen currículum en cuanto a cambiar las reglas del juego de la industria. Primero lo hicieron con la música y su iPod+iTunes y después con la telefonía, internet y la movilidad con el iPhone.
Si los parecidos continúan, no descarto que el ISE tenga que cambiar de nombre y pivotar tal y como lo hizo el MWC, que cuando salió el iPhone en el 2007 se llamaba 3GSM y estaba más centrado en redes que en dispositivos.