La importante experiencia que significó para Barcelona la puesta en marcha del distrito económico 22@, hace veinte años, es suficiente conocida y en general muy muy valorada. Me llegan indicios que por parte de las autoridades municipales, podría haber ahora algunos cambios de directrices urbanísticas que pudieran poner en peligro la continuidad de su dinámica inicial.
"Podría haber algunos cambios de directivas urbanísticas que pudieran poner en peligro la continuidad de la dinámica inicial del 22@"
Confieso que no hablo como simple observador, sino como parte interesada, puesto que a finales del siglo pasado participé modestamente en los debates que se hicieron alrededor de las "ciudades digitales", debates de los cuales salió la iniciativa del 22@. Posteriormente, el alcalde Clos me pidió que presidiera la Sociedad Municipal Barcelona 22@, cosa que hice hasta que en 2004 el Presidente Maragall me pidió que fuera a la CCRTV. Fui presidente del 22@ pocos años pero los viví intensamente.
No puedo hablar como experto en temas de urbanismo, porque no lo soy. Sí que me han interesado siempre las transformaciones que hay que introducir en el funcionamiento de las actividades económicas de las ciudades para adaptarlas a la revolución digital. La naturaleza de la actividad industrial a principios del siglo XIX supuso una creciente separación entre las zonas residenciales o comerciales y los polígonos industriales. La actual actividad económica en que el valor creado proviene en buena parte de la aportación de conocimientos y que no genera externalidades ni de emisiones ni de residuos, es perfectamente compatible con el uso residencial. Las zonas urbanas mixtas y compactas son muy potentes al crear riqueza y convivencia. Las ciudades tienen que saberlo y procurar atraer e integrar todas estas actividades de futuro que generan riqueza y crean puestos de trabajo de gran calidad. Las políticas urbanísticas tienen que tener en cuenta esta dimensión. Pensad en Boston, San Francisco o Edimburgo...
La transformación del Poblenou a través del 22@ ha tenido un gran impacto en este aspecto: atracción de empresas, de universidades y de talento externo, crecimiento inclusivo, creación de lugares de coworking, energías renovables, generación distribuida, infraestructuras innovadoras de servicios, economía colaborativa... Creo que la consideración urbanística con la que se trató el sector, diferente a otras partes de la ciudad, ha tenido mucho que ver con estos buenos resultados cuantitativos que han quedado patentes en las cifras de resultados publicadas.
Ahora ya hace unos cinco o seis años, el Ayuntamiento decidió disolver Barcelona 22@, la empresa que era responsable de dar impulso y de gobernar el sector, hecho que me dio miedo por si era una muestra de un cierto desinterés municipal por su futuro. Lo comenté con algunos miembros del gobierno Trias, que me lo desmintieron... Más recientemente, en la pasada legislatura, hablé más de una vez con el teniente de alcalde Pisarello y me pareció que tenían clara la necesidad de dar un nuevo impulso y la voluntad de hacerlo, pero que no se acabó de materializar. Recientemente, he visto que hay unas nuevas propuestas de relanzamiento y unas posibles modificaciones de la ordenación urbanística. Es bueno que sea así, pero también es esto lo que motiva este artículo.
Creo que después de veinte años, es imprescindible que algunas de las ideas iniciales se adapten a las nuevas realidades, y que se formulen proyectos de futuro. Pero pienso que esta adaptación no tendría que significar un replanteamiento de los objetivos, si no más bien dar un nuevo impulso que tenga en cuenta todo lo que estos años ha traído de bueno a la ciudad y en el barrio, resolviendo algunos de los problemas que seguro que se han manifestado. Insisto en mi carencia de expertise y por eso, me limito a recordar que el objetivo central de 22@ es facilitar la transformación de la actividad del área, haciendo que se convierta en un espacio de creación, de atracción, y de utilización de conocimientos y de talento como recursos básicos de generación de valor económico; y hacerlo de forma que esto sea perfectamente compatible y ayude a mejorar la convivencia y la promoción personal de todas las personas que viven.
"El objetivo central de 22@ es facilitar la transformación de la actividad del área, convirtiéndolo en un espacio de creación, de atracción, y de utilización de conocimientos y de talento"
Me alargaría demasiado haciendo ahora propuestas en temas concretos (nuevo sistema productivo, nueva relación entre conocimientos, tecnología, productividad y valor, mayor urgencia de la sostenibilidad, ecosistema innovador, nuevo modelo de ciudad, importancia del ámbito metropolitano...) Hay propuestas muy valiosas de expertos recogidas en documentos que ya he visto hechos. Lo único que me permito decir es que me sabría mal que el futuro planteamiento implicara cambios que pudieran poner dificultades en alguno de los hitos fundamentales del proyecto, y por lo tanto pido a las autoridades que lo vigilen, diferenciando lo que son adaptaciones a los nuevos contextos, de lo que podrían ser cambios de orientación.