El octubre del 2017 marcó un antes y un después en muchos aspectos de nuestras vidas, también —y muy especialmente— en nuestra vida en linea. Cómo si un juego de espejos se tratara, los ataques a golpes de porra a derechos fundamentales como el de la libertad de expresión, de manifestación y de asamblea que sufrimos en las calles, también los sufrimos en linea. El espacio de libertad, de encuentro, de libre expresión y de comunicación que hasta entonces creíamos que era la red, se convirtió el septiembre y el octubre del 2017 en un espacio de cibervigilancia, opresión, censura y represión. La metáfora del espejo no es mía; es de la serie Black Mirror que utilizó imágenes de la ultraviolencia policial del 1 de octubre y la represión en linea de España en el trailer de promoción de la su 4a temporada.
"El espacio de libertad, de encuentro, de libre expresión y de comunicación que hasta entonces creíamos que era la red, se convirtió el septiembre y el octubre del 2017 en un espacio de cibervigilancia, opresión, censura y represión"
La sociedad catalana en base de golpes de bit dio un paso más en la alfabetización digital que lo acerca al pensamiento computacional. Tengo muy presente la intervención en el turno de preguntas de una abuela que asistía a una mesa redonda sobre comunicación, en el encuentro de la Catosfera en Girona de octubre del 2017. Explicaba que no habría pensado nunca que tendría que vivir con miedo, que ya se había bajado la aplicación FireChat y que había preguntado a sus nietos como se navegaba de manera anónima con el navegador Tor, y visto que no le habían sabido explicar demasiado bien ella misma se lo había descargado.
FireChat es una aplicación que permite crear una red de comunicación privada de usuario a usuario sin necesidad de conexión a ninguna red de telefonía móvil o WiFi. Sencillamente conecta el WiFi y el bluetooth de un usuario con otro en un rango de hasta 60 metros y así sucesivamente formando una red. La aplicación se hizo famosa porque los manifestantes de Hong Kong la utilizaron ya en las primeras protestas de 2014.
Con la detención arbitraria de estudiantes que habían replicado la web del referéndum, raperos por sus letras y tuitero por sus opiniones y chistes aprendimos que todo lo que hagamos en linea deja traza y que cuando navegamos nos sigue todo el mundo; desde marcas comerciales para vendernos de todo, a servicios de inteligencia que velan por nuestra seguridad. El nieto había aconsejado bien la abuela: si queréis navegar de manera segura y anónima de verdad, bajaos el navegador de la cebolla Tor. Y si no os refiéis del consejo de un nieto anónimo hacedlo de Edward Snowden que también lo recomienda en sus memorias.
El trailer de la 4a temporada de Black Mirror empieza con unas imágenes de los famosos robots de Boston Dynamics con una voz en off de M. Rajoy diciendo una falsedad tan grande como "Tenemos que fabricar máquinas que nos permita (sic) seguir fabricando máquinas porque lo que no va a hacer nunca la máquina se fabricar máquinas". Recordad que este señor, que parece no saber de la existencia de la SEAT, que desde hace más de 50 años que utiliza máquinas para fabricar otras máquinas, fue presidente de un Estado del siglo XXI. El mismo trailer muestra noticias de tuiteros, humoristas y rappers perseguidos para expresarse en libertad y acaba con otro off de M. Rajoy en que dice: "Somos sentimientos y tenemos seres humanos". Yo no olvidaría que tenemos sentimientos, que somos muchos seres humanos y que todos somos hackers potenciales, desde los nietos a las abuelas.