A la empresa familiar hay que planificar cuatro relevos: laboral, a la dirección, en el gobierno, a la propiedad y a la familia. Se habla mucho del relevo al liderazgo y menos de la jubilación del resto de empleados familiares. Es muy habitual a las empresas de hermanos, típicamente segunda generación, que varios de ellos trabajen a la empresa familiar.
Los empleados y directivos familiares tienen ventajas e inconvenientes sobre los no familiares. Cómo todo el que tenga que ver con empresa y familia si es por bien mejor, pero si es por mal, peor. Pueden tener una mayor implicación, y pueden transmitir mejor los valores; pero también pueden ocupar el lugar por el nombre y no por capacidad y puede ser más difícil su salida. Los empleados no familiares suelen tener una fecha de caducidad el día que cumplen la edad de jubilación; con los familiares es posible que continúen más allá.
"A la empresa familiar se puede ocupar el lugar por el nombre y no por capacidad y puede ser más difícil su salida"
Aun así, los empleados no familiares si no se mantienen al día en conocimientos y formas de actuación tienen más probabilidades de ser reubicats o despedidos que los no familiares.
La continuidad de la empresa depende en buen grado de tener las personas adecuadas a los lugares adecuados en los momentos oportunos. Es, por lo tanto, muy importante que la familia empresaria acuerde con antelación el momento y forma de jubilación de los empleados familiares. El primero es fijar una edad de jubilación obligatoria en función del lugar que se ocupa al organigrama. El segundo, ya a escala familiar, se prever cuál será su nivel de vida postjubilació y que hará. Hay quién tiene o puede desarrollar aficiones individuales como pueden ser las artísticas, literarias o manuales. Pero hay quien no sabe qué echar de sus habilidades empresariales, en este caso pueden ser de mucha utilidad por los demès y por satisfacción personal en tareas sociales o asociativas. Es muy importante recordar en este sentido que la familia el que puede es ayudar en este proceso, y lo tiene que hacer; pero es cada individuo en concreto que decide qué actitud toma ante su futuro.
Un elemento de ayuda en el proceso es plantearse la familia empresaria qué es su visión de la empresa y de la familia a 20 años ver. Cuál es la visión deseada y estimada? Cómo será la empresa? Qué medida? Qué productos? A qué mercados? Con qué canales? Cuál será la implicación familiar en el ámbito laboral, de dirección, gobierno y propiedad?
"Hay que recordar que el que es bueno para la empresa es bueno por la familia"
muy seguro que no podemos adivinar el futuro, pero saber qué querríamos nos puede ayudar a tomar hoy las decisiones que ayuden a hacerlo más posible, y entre estas quizás está la del relevo de empleados. Unas últimas recomendaciones es recordar el importante papel que pueden tener los conjugas a todo el proceso; que aplazar el inevitable puede ser cómodo a corto plazo y perjudicial a largo; recordar que el que es bueno para la empresa es bueno por la familia; y finalmente que no hay fórmulas mágicas: cada empresa es un mundo y cada familia todavía más.