Hace una semana, los responsables de ISE (Integrated System Europe), explicaban públicamente las razones por las cuales la gran feria del sector audiovisual y de sistemas integrados de audio y vídeo ha decidido trasladarse el 2021 en Barcelona desde la ciudad de Amsterdam, que los ha acogido los últimos 14 años.
A veces pensamos que las TIC se acaban en el móvil, pero más allá hay miles de programas y de aplicaciones, de cámaras y sistemas de audio que están tan integrados en nuestra vida cotidiana que casi no nos damos cuenta. Con 81.000 participantes y con la perspectiva de llegar pronto a los 100.000, son muy cerca de los 107.000 participantes al Mobile World Congress.
Dicen desde el ISE que durante 18 meses han sido evaluando la viabilidad de restar en Amsterdam o de buscar un nuevo destino. El crecimiento anual de un 10% de participantes y la previsión de un 5% adicional hasta el 2021 los han hecho decantarse. Pero no sólo es un problema de público, sino sobre todo de expositores, que en la última edición llegaban casi a 1.300 y ocupaban una superficie de 53.000. De hecho, al acabar la última edición, los pequeños expositores encontraron que ya no tenían lugar para el año que viene. Las grandes empresas del sector tenían el derecho preferente de crecer un 10% y no habían dejado lugar para los más pequeños.
La primera razón que desde ISE dan por haber escogido Barcelona es la capacidad expositiva de las instalaciones de Feria de Barcelona a la Gran Vía. Ahora ya no nos recordamos, pero en su momento hubo una intensa polémica sobre si había que ampliar la Feria en La Hospitalet o se tenía que sacar el máximo zumo de las instalaciones de Montjuic, con pabellones sepultados incluidos. Es cierto, como decían los críticos, que la suma de inversiones directas e indirectos –traslados y expropiaciones, accesos viarios, metro- eran mucho más elevados, pero el tiempo y la buena gestión del equipo de la Feria de Barcelona han acabado de demostrar el acierto del traslado, más que desdoblamiento en La Hospitalet.
El otro argumento que dan de ISE es que Barcelona es una de las ciudades de Europa más "vibrantes y emocionantes", por lo cual es "una elección perfecta por la feria de una industria creciente que genera creatividad y comercio". Es decir y hablando sin rodeos, a finales de enero o principios de febrero, en Amsterdam hace muy frío y, por la noche, los congresistas se encuentran con muy poca oferta de entretenimiento porque hay muchos lugares cerrados porque es temporada baja por el turismo. Porque las ferias también son esto: contactos informales y entretenimiento para los participantes. Evidentemente, buenas conexiones aéreas, proximidad al aeropuerto y suficiente oferta de alojamiento también son condiciones necesarias, pero esto lo pueden ofrecer muchas ciudades y por aquí no se marca la diferencia.
Quizás la instalación de la ISE en Barcelona no es del todo comparable con la del Mobile. En última instancia, de móvil tenemos todos uno al bolsillo por no menos de 100 euros y nos lo hacen cambiar cada dos años. Además del volumen de negocio, un producto final cómo es el móvil siempre genera mucho más movimiento que los servicios y productos intermedios que constituyen el gordo de la actividad de la ISE. Aun así, y aunque desde el ISE no lo digan, la ubicación del Mobile en Barcelona seguro que ha influido en su decisión –cuando menos, en términos de prestigio de la ciudad y de sus instalaciones feriales- y la proximidad entre los negocios de las dos ferias genera unas oportunidades y unas economías externas beneficiosas para todo el mundo, empezando por las empresas del sector instaladas en Barcelona y su entorno.
"Aunque desde el ISE no lo digan, la ubicación del Mobile en Barcelona seguro que ha influido en su decisión"
"Barcelona ha caído de muchas listas de ciudades candidatas a la organización de acontecimientos de negocios", decía no en enero el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos. Afortunadamente y una vez más, la fortaleza de las ventajas competitivas de la ciudad y el trabajo continuo y discreto de quienes trabajan cada día para sacar el máximo rendimiento, desmienten las previsiones interesadas y alarmistas que hemos tenido que sufrir durante los últimos meses.