• Opinión
  • La discapacidad, Javier Nart y una caja de bombones
creativo y 'social entrepreneurship'

La discapacidad, Javier Nart y una caja de bombones

19 de Marzo de 2015
Leía domingo a La Vanguardia que una madre con una hija con síndrome de Down recoge firmas porque la RAE reconozca la connotación negativa del término "subnormal". Según parece la iniciativa nació cuando Javier Nart insistía a televisión que la expresión "subnormal" era la más adecuada para referirse a las personas con síndrome de Down.

Según el diccionario, "subnormal" define a las personas "con una capacidad intelectual notablemente inferior al normal" (el que no especifica, es que se considera como "normal"). No pienso disculparlo pero estoy convencido de qué el que opina Javier Nart, es el que mismo que opina mucha gente en este país, porque forma parte de los prejuicios y de la ignorancia de no saber aceptar la diferencia y la diversidad.

Alguna vez he hablado en este diario de La casa de Zanahoria. Aparentemente es un estudio de diseño como cualquier otro, porque cómo todos los estudios de diseño, también diseñan logotipos, etiquetas, envases, páginas web, etc. La gran diferencia es que este estudio está basado en las capacidades especiales de personas con síndrome de Down y autismo que comparten sus ideas con jóvenes estudiantes de diseño. Muchos de sus trabajos están en los lineales de supermercados, en la identidad corporativa de muchas empresas, en botellas de vino y recientemente en una caja de bombones de una de las grandes multinacionales de este país.

En la casa de Zanahoria no hay "subnormals", ni siquiera discapacitados. Los creativos se llaman Joan, Sofia, Carlo, Gaby, Maria y Quim . Yestán porque son buenos y son especialistas a hacer cosas que no todo el mundo sabe hacer. Gracias a sus capacidades. No a sus discapacidades.

El próximo día 21 de este mes, es el Día Internacional del Síndrome de Down. Y hoy, el Día del Padre. Un abrazo y felicidades para todos los padres que luchan por la integración y la normalidad. Y un palmo y pipa a todos los incultas e ignorantes que todavía se los dicen subnormals.