Parece que estamos en un año de inflexión en el tema de las diferencias de género . Y en este sentido el mundo entero parece haber despertado de un estado de letargo donde todos sabíamos que pasaba algo pero simplemente aceptábamos la situación y hacíamos que con esta inacción incluso se acentuara esta discriminación. Y es que el problema de la desigualdad salarial por motivos de género es claramente un problema estructural, no coyuntural.
Las diferencias salariales no corresponden sólo a un tema de conciliación y flexibilidad porque la mujer trabaje más o menos horas y dedique una parte de su tiempo a tener cura de la familia, sino que también son consecuencia de una deformación sociocultural y de unos parámetros establecidos en muchas sociedades vigentes todavía en pleno siglo XXI. Al final, el salario sólo es uno de los muchos aspectos de la rueda de la desigualdad entre géneros.
"El salario sólo es uno de los muchos aspectos de la rueda de la desigualdad entre géneros"
Hace años que se denuncia la brecha salarial entre hombres y mujeres. El 11è informe que analiza las diferencias salariales y la cuota de presencia femenina que elaboramos a ICSA Grupo constata que la recuperación económica iniciada el 2015 no se ha traducido en una mayor igualdad salarial entre hombres y mujeres. El estudio, elaborado a partir de una muestra que recoge datos salariales de más de 80.000 empleados por cuenta ajena en España, pone en evidencia que a pesar de tener una formación superior a la de los hombres, las mujeres cobran menos que ellos en todas las categorías profesionales. Así, por ejemplo, los directivos ganan un 18% más que sus homólogas femeninas. También existe una brecha salarial que perjudica las mujeres en los mandos intermedios (12,8%) y en empleados (11,9%).
A pesar de que hace años que constatamos estas diferencias, los empresarios han tomado pocas medidas para paliar esta situación. Resulta un ejercicio sorpresivo e increíble analizar los comités de dirección de las empresas pequeñas y medianas y ver que es muy difícil encontrar una mujer. Y no por falta de capacidades porque todos sabemos que actualmente las mujeres se preparan y forman mucho más que los hombres para poder acceder a un lugar directivo, sino que responde a la dificultad permanente de acceder y que una mujer tiene que demostrar su valía mucho más que un hombre para ganarse un lugar en la dirección de una empresa. Esto evidencia que en los últimos años las mujeres han ido buscando ubicarse en posiciones intermedias dentro de las empresas, puesto que este tipo de lugares los permite tener responsabilidades a las organizaciones pero también aportan flexibilidad para poder compaginar responsabilidades en el ámbito personal y profesional. Responsabilidades, no lo olvidamos, que tendrían que poder ser compartidas con los hombres.
Como luchar pues contra la desigualdad hombre/mujer que se resiste a desaparecer? Desde un punto de vista técnico se puede recomponer la situación a través de varias herramientas sean de índole legal, organizativo o en lo referente a técnicas de recursos humanos. Pero el que realmente se tiene que trabajar porque el cambio sea efectivo es en la educación de los niños y jóvenes, futuros trabajadores, porque exista un cambio profundo a escala social y se incorporen los pensamientos equitativos en todos los ámbitos de la sociedad.