Ingeniero y escritor

¿Se puede pasar de 6 millones a 8 millones sin morir en el intento?

31 de Diciembre de 2025
Xavier Roig VIA Empresa

El país está sufriendo una serie de tensiones en los servicios públicos y nadie -los políticos, los que menos- se pregunta el origen de los problemas. Me recuerda a la gota fría que sufrió la Comunidad Valenciana. Los políticos -maestros en la técnica de la distracción- continúan centrados en la discusión de si el presidente Mazón debe dimitir o no. Pero nadie habla del origen del problema: los efectos de la gota fría fueron mortales a causa de la corrupción. El origen del mal está en haber construido donde no tocaba. Está claro que es más discreto que edificar en el cráter del Vesubio.

 

"Los políticos continúan centrados en la discusión de si el presidente Mazón debe dimitir o no. Pero nadie habla del origen del problema: los efectos de la gota fría fueron mortales a causa de la corrupción"

Los problemas de falta de servicios públicos que estamos sufriendo en Catalunya provienen de un incremento desmesurado de la población a partir del año 2000. Si analizamos lo que hacen los países entendidos para hacer frente a las necesidades de mano de obra, podríamos establecer las siguientes etapas:

  1. Establecer políticas de plena ocupación, hasta llegar a lo que se conoce como paro técnico cero, que significa que no hay otros parados que aquellos que están en transición de una empresa a otra. Algunos países lo han establecido entre el 4% y el 6%. Catalunya nunca ha bajado del 7%, excepcionalmente el año 2007 -un espejismo económico mal girado que acabó como todos sabemos: destrozo del sistema bancario catalán-. El paro catalán se ha mantenido normalmente por encima del 10%. ¿Cabe recordar que llegamos al 24% en 2012 (datos INE)?
     
  2. Cuando se está convencido de que la tasa de paro ya no se puede reducir más, se analiza la calidad de los puestos de trabajo que se crean y que están provocando las tensiones de falta de trabajadores. Se purga la economía y se castigan los sectores de baja profesionalización y pobre valor añadido, al mismo tiempo que se premian y se estimulan aquellos sectores que crean puestos de trabajo de alta cualificación. Es decir, se promueve el trasvase de trabajadores de sectores poco interesantes para el país hacia sectores más productivos. Es el momento del reciclaje profesional, la formación, etc. Y del incremento de la productividad.
     
  3. Si con esto no es suficiente, se llama a la inmigración para que esta cubra los puestos de trabajo que los nacionales del país no pueden cubrir. Por tanto, la demanda se hace orientada a los profesionales que hacen falta. No se trata de una llamada indiscriminada.
     
  4. Si el país ha de crecer en población, se deben crear nuevos puestos de trabajo e infraestructuras (viviendas incluidas) para dar servicios a aquellos que llegarán. Como estos servicios que se han de crear no deben significar un deterioro de su calidad, el paso anterior (¿quién ha de venir?) debe estar bien estudiado para que los recién llegados tengan salarios decentes que permitan financiar, con sus impuestos, el incremento de los servicios públicos que se demandarán.

Estos son los pasos que hacen los gobiernos de los países serios, los que quieren dar un servicio a su país. No se puede llegar al paso 3 sin haber pasado por los pasos 1 y 2, y sabiendo que se habrá de llegar al paso 4 indefectiblemente.

 

Pues bien, los gobiernos de la Generalitat de los últimos veinte años no han tenido en cuenta ninguna, ninguna, de las condiciones que se han de establecer para gestionar el incremento de población inmigrante. Las tensiones que está creando el deterioro de los servicios públicos -incluida la falta de vivienda- tienen un origen y unos responsables. Con nombres y apellidos.

Alguien dirá que “¡este es un fenómeno universal!“. Mentira. Mientras Catalunya ha crecido un 28% en población, Alemania lo ha hecho un 2,7%, Francia un 11% (básicamente porque tiene un índice de fertilidad muy elevado). O también se afirma que la Generalitat no tiene competencias en inmigración. No hacen falta. ¿O hemos de hablar del País Vasco? Han crecido un 6%. Calla, que olvidaba que los políticos franceses, alemanes y vascos, de cualquier color político, han ido a la escuela. Me parece que no hace falta que insista, ¿no creen?

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Nota: todos los datos provienen de Idescat y de INE.