Bitcoin: burbuja o moneda del siglo?

04 de Diciembre de 2017

Todos hemos sentido a hablar del bitcoin. El bitcoin es un tipo de moneda virtual o dinero electrónico creado en 2009 por alguien que utiliza el pseudónimo de Satoshi Nakamoto. Detrás de este misterioso personaje se esconde un programador experto en criptografía electrónica.

 

A diferencia otras monedas electrónicas, el bitcoin no está producido por ninguna autoridad central con protocolos explícitos, sino por los ordenadores de los participantes. Las compraventas no quedan registradas en un ordenador central y la creación de bitcoins se decide mediante unos protocolos informáticos. A diferencia de las divisas tradicionales, el bitcoin no está controlado por un banco emisor, que puede imprimir cantidades ilimitadas de dinero, sino que se autogestiona y tiene un nivel limitado de monedas en circulación. Cada vez que un ordenador de algún participante consigue solucionar un complejo problema matemático se crea una nueva moneda que pertenece al propietario de este ordenador. El sistema, global y descentralizado, permite transacciones directas entre usuarios, sin intermediarios, que quedan registradas en una base de datos pública. En teoría, con el bitcoin se pueden comprar productos en Internet: desde canciones hasta libros, pasando por viajes o ropa. El objetivo es que acabe siendo la moneda virtual por excelencia con que se compre de todo a la red.

"El objetivo es que acabe siendo la moneda virtual por excelencia con que se compre de todo a la red"

 

El caso es que el bitcoin cotizó la semana pasada por encima de los 8.200 dólares, logrando cotas máximas y reavivando las dudas por las posibles pérdidas que puede generar su volatilidad. A lo largo del año 2017 el valor se ha disparado el 700% y el mercado del bitcoin se valora en unos 110.000 millones de euros. A pesar de los peligros de ser una burbuja, se está ganando el visto bueno de inversores profesionales, como el grupo CME, el mayor operador de divisas del mundo, preparado para realizar operaciones de futuros en bitcoin el próximo mes. También Goldman Sachs explora el blockchain, la tecnología base del bitcoin, para incorporarlo a sus operaciones.

Es el bitcoin una burbuja? Un fraude? O es una moneda con futuro capaz de hacer frente al todopoderoso dólar? Cuando, durante siglos y siglos, se utilizaba el oro como moneda, la oferta monetaria dependía de la explotación minera de este recurso precioso. De manera parecida, la creación de bitcoins está sujeta a la resolución de complejos problemas matemáticos. La intención es que, más allá del 2022, la oferta de bitcoins se estabilice y acontezca constante. Como el patrón oro, la estabilización de la oferta monetaria tiene muchos argumentos a favor. Con un dólar (des)controlado por la Reserva Federal, su valor no ha hecho más que decrecer. La creación incontrolada de la moneda erosiona su poder adquisitivo y, hoy, se necesitan 100 dólares para comprar el que valía sólo 1 dólar en 1900. El oro, en cualquier caso, no siendo ni un accidente histórico ni una reliquia del pasado, como decía John Maynard Keynes (las monedas fiduciàries actuales sí se pueden considerar anomalías dentro de la historia mundial), presenta prestaciones muy superiores a las de cualquier moneda virtual (y fiduciària).

 

"Quién hubiera invertido 10.000 dólares en octubre de 2010, cuando su cotización era de 9 céntimos, hoy acumularía más de 900 millones de dólares!"

 

Destacados economistas afirmaron hace cinco años, cuando el bitcoin cotizaba a (sólo) 125 dólares, que se trataba de una enorme burbuja. Decían que multiplicar su valor por 12,5 en sólo un año era insostenible. La verdad, pero, es que, cinco años después, el bitcoin ha multiplicado su valor por 65,6! El precio se ha disparado un 700% sólo con el que traemos de 2017. Y con independencia de cuando pinchará o de cuál será su precio en el futuro, bien es verdad que la corta vida del bitcoin ha generado enormes ganancias por aquellos que confiaron desde el principio en su viabilidad. Quién hubiera invertido 10.000 dólares en octubre de 2010, cuando su cotización era de 9 céntimos, hoy acumularía más de 900 millones de dólares! Esto supone una rentabilidad mediana anual de 1.285.700%, en unos momentos en que los bancos están pagando intereses del 0%.

El último vínculo de la moneda con el oro se rompió el 15 de agosto de 1971, cuando Richard Nixon declaró la no convertibilidad del dólar. La nacionalización del dinero ha generado crisis financieras periódicas y recesiones económicas, enormes explosiones de deuda pública y la pérdida de poder adquisitivo de la moneda, la expansión desenfrenada del crédito y del sistema politico-financiero. Así como la competencia del mercado nos ha procurado más y mejores bienes y servicios, el monopolio público de la moneda ha empeorado todo el sistema monetario y financiero. A pesar de las serias dudas que planean sobre el bitcoin (estabilidad de la oferta, especulación, incertidumbres en su utilización a la red, prohibiciones por parte de los Estados…), la moneda virtual ha introducido un mínimo de competencia e innovación en un campo, el monetario, reservado en exclusiva al monopolio del Banco Central. Sin ruido ni aspavientos, sin ninguna derogación de las leyes vigentes ni decisiones expresas de los órganos de planificación central en el ámbito monetario, la criptomoneda supone una necesaria competencia al poder absoluto del dólar (y restantes monedas fiduciàries).