Casi todo es para hacer

24 de Abril de 2018

Cuando digo que las Islas Baleares queremos ser Smart Islands y que tiene mucho que ver con la internet de las cosas y los productos de la cuarta revolución industrial, a menudo tenc la necesidad de explicar qué significa todo ello. Casi nunca lo consigo. En vez de frustrarme pienso que es exactamente el que toca que pase en este momento. Si antes de 20 años la mayoría tenemos que hacer trabajo en oficios que hoy no existen, es lógico que ahora no podamos explicar para que servirá la internet de las cosas; es del todo comprensible que se nos escape el alcance del concepto Smart.

 

"Mentalmente somos casi tan torpes cómo cuando Gutenberg presentó los tipos móviles; los humanos todavía somos el único ser que tropieza dos veces (y veinte) con la misma piedra"

 

Cuando está todo para hacer es difícil describir qué conseguiremos. A la vez es un privilegio porque significa que tenemos muchas cosas a decir y muchos oficios que descubrir y ejercer. Por el camino nos equivocaremos y de los erroressurgirá todo esto que encara no sabemos qué es. Justo sabemos que el objetivo es humanista: encontrar las soluciones en los problemas, las necesidades, los desafíos y las mejoras para la humanidad. La etiqueta Smart no lo refleja, es justo una palabra provisional para referirnos en el momento de repensarlo todo en digital. No somos a una época de cambios sino a un cambio de época; somos a las puertas de la cuarta revolución industrial.

Desde los tipos móviles del Gutenberg -que provocaron el Renacimiento- hemos hecho más o menos el mismo pero con eficacia creciente: observar, escribir, publicar y estudiar. Primero mediante papel en las bibliotecas y después en apoyo digital distribuido en internet. Observar, escribir, publicar y estudiar nos ha servido para conseguir las máquinas de la fuerza de la primera y segunda revolución industrial. También de la tercera revolución gracias a los ordenadores de pantalla, teclado y ratón. Nos hacen más ágiles en las actividades físicas: crear, construir, viajar y fabricar. Mientras tanto, mentalmente somos casi tan torpes cómo cuando Gutenberg presentó los tipos móviles; los humanos todavía somos el único ser que tropieza dos veces (y veinte) con la misma piedra.

 

La cuarta revolución industrial –concepto que surgió el 2016 al World Economic Forum– es lo era de las máquinas de la mente. La tarea de observar, escribir y publicar tiene nuevas herramientas: los sensores (el YATE) son las nuevas plumas, el cloud son las nuevas bibliotecas y los científicos de datos son los nuevos bibliotecarios. El hecho de estudiar será la capacidad de usar nuestro intelecto por el tratamiento de unos datos que no son necesariamente texto, sino redes neuronales a un centro de datos. El resultado no es en forma de libros, sino de nuevas herramientas digitales que nos rodearán, más allá de las pantallas actuales, para conseguir que no tropezamos dos veces con la misma piedra -ni siquiera dos! Seremos más deterministas por las cosas que hay que serlo.

"Vamos del negocio del turismo de 'solo y playa' hacia el modelo económico de residentes de 'solo y datos'"

 

Llegan las máquinas de la mente de la cuarta revolución industrial. Harán que repensamos todas las máquinas digitales de la tercera revolución industrial y las máquinas de la fuerza de la primera y segunda. Necesitamos nuevos espacios, no forzosamente industriales, para rehacerlo todo en digital. Las islas lo somos y lo demuestramos con todo el necesario: comunicaciones digitales y físicas excelentes, lugares inspiradores de encuentro y trabajo. Vamos del negocio del turismo de 'solo y playa' hacia el modelo económico de residentes de solo y datos. Es el que expondremos y debatiremos al Smart Island World Congress 2018.

Porque casi todo es para hacer, nos sentimos afortunados de podernos poner en el momento oportuno y al lugar ideal: las Islas Baleares, que tienen Mallorca como sede mundial del Congreso de Islas Inteligentes para desarrollar proyectos de la cuarta revolución industrial.