Si no hay competencia, no hay mercado. Es más fácil vender a quien ya tiene tu producto. No hables, boy escout. No tengas todas las respuestas. A tu cliente le gusta saber que las cosas te van bien.
Error 1: a menos competencia mejor
Si no existe competencia sólo significa una cosa: no hay mercado. Si no existe mercado significa que tienes que evangelizar, educar al público. Y esto requiere tiempo, dinero y un esfuerzo mucho más grande que robarle una porción de mercado a la competencia.
Error 2: me forraré, hay muchos que encara no usan mi producto
Fracasarás. Es mucho más fácil vender a quien ya ha consumido tu producto o de la competencia en el pasado. Y cuanto más veces lo hayan hecho, mejor. Si te parece contra intuitivo, pruébalo y lo entenderás.
Hay una fábula que dice que dos vendedores de zapatos, un experto y el otro novel, fueron a un pequeño poblado al desierto. Cuando el vendedor novel vio que ningún habitante traía zapatos se alegró creyente que vendería mucho, el vendedor experto se echó a llorar.
Error 3: explicarlo todo sobre tu producto
El primero que aprenderás con cualquier libro o curso de ventas: cuanto menos hables más venderás. El que realmente quiere el cliente se sentirse escuchado. Limitado a responder dudas.
Error 4: saber todo sobre tu producto
No tienes que tener todas las respuestas. Incluso, aunque las tengas, es una buena idea decir "no lo sé, lo tengo que consultar" unas cuántas veces a lo largo de una conversación con un cliente. Tu cliente percibirá confianza y seguridad.
Error 5: ser lo más humilde
La humildad y austeridad no venden. Incluso en época de crisis todo el mundo parece desearte el contrario, como mejor te funcionen las cosas más te querrán contratar. Tu éxito es para el tuyos clientes una garantía de calidad de tu trabajo. Y más cuando es difícil de conseguir. Así que si la vida te sonríe, no lo escondas, enséñalo y explícalo (pero con cuenta de no hacerte pesado).