Economista por la UPF y MBA en NYU Stern

Covid y la excusa del cisne negro

08 de Julio de 2020
Act. 16 de Julio de 2020
Salvador Garcia Ruiz

Lo parece pero no lo es. Porque había avisos creíbles de que podía pasar.

 

Un cisne negro ("black swan") es un acontecimiento altamente improbable, que no tiene ninguna expectativa de suceder, pero que acaba pasando, y tiene unos efectos dramáticos.

Es una teoría desarrollada por Nassim Taleb que en concreto lo define cuándo:

 

First, it is an outlier, as it lies outside the realm of regular expectations, because nothing in the past can convincingly point to its possibility. Second, it carries an extreme impact. Third, in spite of its outlier status, human nature makes us concoct explanations for its occurrence after the fact, making it explainable and predictable.

Y cita como ejemplos de cisnes negros la primera guerra mundial, la caída de la Unión Soviético o los atentados del 11-S.

"Un cisne negro ("black swan") es un acontecimiento altamente improbable, que no tiene ninguna expectativa de que suceda, pero que acaba pasando, y tiene unos efectos dramáticos"

El origen de la expresión es porque se pensaba que no existían cisnes negros y era una forma de describir un hecho imposible… hasta que se descubrieron en Australia a finales del siglo XVII. Existen (y por cierto, la peli con el mismo nombre no tiene nada que ver con todo esto, pero está muy bien).

Y la covid? Es un cisne negro?

Hay quién lo cree (ver aquíaquí o aquí). Pero esta hipótesis implica defender que no se podía saber de ninguna forma que un hecho así pudiera suceder, ni la covid ni nada parecido. Pero lo cierto es que estábamos avisados de un posible riesgo epidemiológico global. Desde el famoso TED de Bill Gates a otros muchos avisos los últimos años (cómo se explica aquí i aquí, desde las pandemias de los últimos 25 años hasta los avisos de futuras pandemias que hicieron Bush y Obama cuando eran presidentes; yo hablaba de otros ejemplos aquí).

Y el propio Taleb dice que no, que no es un cisne negro y que se veía venir (ver aquí o aquí). Y de hecho, el 26 de enero ya advertía en un papel de los grandes riesgos del covid, acentuados por la gran conectividad que hay actualmente en el mundo, y pedía una acción inmediata.

Y recomendaba esto:

It will cost something to reduce mobility in the short term, but to fail do so will eventually cost everything - if not from this event, then one in the future. Outbreaks are inevitable, but an appropriately precautionary response can mitigate systemic risk to the globe at large.

Actuar y reducir la movilidad… En enero! Y qué mejor que actuar pronto y perder un dedo en lugar de esperar y perder un brazo. Y no hicieron caso.

"Definir la covid como un cisne negro quiere decir que las consecuencias son dramáticas pero que no se podía hacer nada. Y con esto eludir las responsabilidades de los que tendrían que haber actuado, ahora y hace mucho tiempo. Excusas de mal pagador"

Definir la covid como un cisne negro quiere decir que las consecuencias son dramáticas pero que no se podía hacer nada. Y con esto eludir las responsabilidades de los que tendrían que haber actuado, ahora y hace mucho tiempo. Excusas de mal pagador. Pero que, me temo, que nos comeremos con patatas.

Ojalá hayamos aprendido la lección. No sólo de gestionar futuras pandemias, sino de identificar el cercano quinto riesgo o, continuando con teorías de símiles de animales (y en contraposición al cisne negro), el próximo rinoceronte gris, que ves de lejos y avanza hacia tí: obvio, visible, con un potencial largo impacto, y con consecuencias muy grandes.