Derecho a la confianza 

30 de Diciembre de 2015
En Barcelona, desde el año 2011 se han creado 20.344 puestos de trabajo directos a partir de los 270 proyectos de inversión extranjera a la ciudad por un volumen de 7.460 millones de dólares. Unos puestos de trabajo que no tienen en cuenta dos impactos adicionales cómo son los lugares que se pueden añadir a la cadena de subcontratación ni tampoco aquellos que corresponden a proyectos relacionados con el sector de la construcción, puesto que esta ocupación laboral se interpreta como puntual en el tiempo y sólo para la ejecución de la obra correspondiente.

Barcelona presenta una economía sectorial altamente diversificada, la ciudad ocupa uno de los cinco primero lugares del ranking de ciudades en 12 de estos 15 sectores. Los datos son del informe producido por el Public-Private Sector Research Center del IESE Business School, bajo el título Foreign Direct Investment in Barcelona, a city focused donde growth.

Por otro lado, el 48% de las personas que buscan trabajo y que utilizan los servicios de Barcelona Activa, la empresa municipal dedicada en esta finalidad, encuentran trabajo en un plazo máximo de 6 meses. Datos estas del informe y análisis independiente efectuado por IVALUA, el Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas que evalúa las políticas de la administración y los programas del Tercer Sector en Cataluña, para mejorar la efectividad, la eficiencia y la transparencia hacia la ciudadanía.

Barcelona Activa tiene uno de los servicios de ocupación de altísimo nivel, con un equipo de trabajo altamente calificado, un ejemplo de servicio público sin ningún tipo de dudas.

He citado estos datos para poner de manifiesto tres componentes fundamentales del acierto de la política estratégica del Ayuntamiento de Barcelona hacia el principal reto, generar ocupación. El éxito de Barcelona no será un éxito real si no es el éxito de todos, y principalmente de aquellos que más lo necesitan, este es el principal mensaje del alcalde Trias, todo ello dentro de una visión que ya forma parte del ADN de todo el Ayuntamiento y fuente principal de sus presupuestos, objetivos y recursos de todo tipo, la ciudad de las personas.

Los tres componentes para hacerlo posible sueño en mi opinión los que citaré a continuación. El primero, posicionar la ciudad en el ámbito global como el mejor entorno porque se produzca crecimiento económico, la ciudad dispone de uno de los ecosistemas con más potencial del mundo y lo ha puesto a disposición del conocimiento, la creatividad y la innovación  porque se tome conciencia que Barcelona se trae de entrada y crecimiento para todo el mercado europeo, donde las empresas tienen las mejores oportunidades para desarrollarse y crecer, de forma sostenible y comprometida con el territorio y su entorno. No nos vale cualquier crecimiento económico, Barcelona establece su propio modelo de futuro.

El segundo, entender y asumir que la Administración no crea puestos de trabajo, los puestos de trabajo se crean a las empresas y el que si corresponde a la Administración es crear las mejores condiciones de entorno para qué estas desarrollen su actividad y fomenten contrataciones estables y de calidad. La misión de Barcelona Activa es pues conocer tanto el mercado y las empreses como atender a todas las personas que están en investigación de trabajo , sólo de este modo se podrá lograr el objetivo, que las personas que se dirigen a los servicios de la empresa encuentren un puesto de trabajo en el menor tiempo posible.

El tercero, hay que predicar con el ejemplo, con una Administración profesional y rigurosa, haciendo que la ciudad funcione a pleno rendimiento, con todos los servicios básicos y fundamentales, y sobre todo con todos los servicios sociales necesarios que sólo la Administración pública puede prestar por ella misma o a través de la colaboración y partenariats con el Tercer Sector. Todo esto sólo se puede financiar con una Administración fuerte económicamente, valorada por terceros, con crédito y altamente solvente. Las políticas sociales, sólo son auténticamente sociales en la medida que se pueden pagar y la ciudad de Barcelona es un buen ejemplo.

En definitiva, una capital que quiere crecer con una actividad empresarial comprometida y con nuevos valores sociales, una ciudad que se preocupa por aquellos que tienen más problemas dada la coyuntura general y una Barcelona que quiere un sector público altamente competente y exigente.

Estas son las bases para poder tener una fuerte esperanza, porque todo está para hacer todavía, no escofoisme el que nos hace falta, todo al contrario, pero la esperanza de un gran futuro y que la estrategia y ejecución llevada a cabo hasta ahora es la correcta. Esto en la ciudad de Barcelona  ya no le saca nadie.