Uno de los errores que estamos cometiendo, todos, es analizar al segundo los hechos que se están produciendo e intentar extraer conclusiones a meses ver. Estamos en un 'Proceso', y un proceso no es breve, y durante su transcurso van sucediendo cosas que influyen en el que sucede después.
Para completarlo, el 'Proceso' tiene lugar en una crisis sistèmica en la cual de por si se producen cambios radicales y profundísimos en el modelo. Pienso que se tendría que esperar seis meses, hasta marzo del 2018, para realizar el primer balance de que ha sido el 'Proceso', del que ha significado, de las implicaciones que ha tenido; aunque el primer balance completo no lo tendremos hasta dentro de un año. Hacer otra cosa, pienso, puede traer al hecho que 'los árboles no nos dejen ver el bosque'.
En economía, un año es muy poco tiempo porque se produzcan cambios significativos. En este 2017, un hecho destacable en la economía de Cataluña ha sido que las exportaciones han rozado el 40% del PIB, una realidad que, considero, seguirá durante el 2018 porque las ventas al exterior se incrementarán y se reducirán las cantidades vendidas al resto de España. También, pienso, el 2018 puede producirse un aumento de la inversión extranjera en Cataluña. Pero, como dique, un año es poco tiempo para valorar los grandes cambios que afectan la estructura del PIB catalán y a su modelo productivo.