La nuestra es una sociedad acostumbrada al éxito a todos los niveles. La mayoría de nosotros hemos sido educados para lograr el éxito en todo aquello que hacemos y de manera inmediata. Esta educación o cultura
llega también al ámbito empresarial. Pero que quiere decir tener éxito y de que depende?
Algunas personas definen éxito al hecho de triunfar en el ámbito financiero, profesional o académico y otros al hecho de tener una buena relación con la familia, amigos o compañeros de trabajo. Llegar al éxito depende de muchos factores pero el más relevante es el hecho de atreverse.
Atreverse a emprender un proyecto nuevo, atreverse a innovar y dar un valor añadido a las cosas, atreverse a equivocarse, a no rendirse, a ser tenaz. Pero, que pasa cuando un proyecto empresarial no tiene futuro, cuando no es capaz de hacer frente a los pagos que tiene que realizar porque sus recursos económicos no son suficientes y se tiene que tomar la decisión de cerrar? Por qué esto es percibido como un fracaso del empresario en el ámbito personal?
Si nos centramos en las pequeñas y medianas empresas, las cuales
forman actualmente el 99,8% del tejido empresarial catalán, cuando un empresario toma la decisión de cerrar un negocio, en esta decisióninfluyen muchas variables que muchas veces no tienen nada que ver con las capacidades personales de este y que tienen unas repercusiones en el ámbito personal, emocional y/o familiar.
Variables como la dificultad de acceso a las fuentes de financiación, las características del mercado, del entorno, la competitividad del producto y/o servicio, las características internas de la empresa y la organización del negocio son algunos de los
principales obstáculos hacia la creación de empresas y hacia el crecimiento de las mismas.
A pesar de esto, la opinión pública asocia en muchas ocasiones el cierre de un proyecto empresarial con la incapacidad personal o, en el peor de los casos con el fraude. Tendríamos que ser capaces de poder hablar abiertamente de estos fracasos empresariales, porque de estas experiencias también
sepueden extraer lecciones muy positivas que pueden ser aprovechadas en el futuro.
Los fracasos son el camino del aprendizaje.
Schuller (2006) dijo que el fracaso no significa que eres un fracasado,
sólo significa que todavía no has conseguido el éxito. Por lo tanto, el éxito y el fracaso van ligados de la mano y no se consigue el primero sin haber pasado por el segundo.
Actualmente, hay iniciativas muy positivas como por ejemplo
el proyecto Reempresa fruto del convenio que la patronal Cecot firmó con el Departamento de empresa y Ocupación de la Generalitat de Cataluña para
dar impulso a la implantación sectorial del mismo centro y para estructurar el mercado de la compraventa de pequeñas y medianas empresas en Cataluña. Se pretende, así, unificar la política en materia de transmisión de empresas, de acuerdo con las directrices de la Entrepreneurship 2020.
Esta iniciativa ponecontacto empresarios que quieren ceder su empresa a otros que buscan iniciar una actividad económica. Los motivos de cesión de estas empresas son diversos: el 30% de las empresas buscan relevo por jubilación del propietario, el 20% por cambio de profesión, el 20% por motivos personales, el 15% por cambio de domicilio y el 11% por problemas de salud, entre otros. Este tipo de iniciativas pueden ayudar a hacer que este momento de cerrar o dejar la misma empresa
no resulte una experiencia tan traumática, no sea percibido como un fracaso sino como una nueva oportunidad para conseguir el éxito.