Empresa, cultura y sociedad digital

Harto de empoderarme

28 de Julio de 2021
Genís Roca

Las épocas de crisis acostumbran a provocar una mayor o menor degeneración del espacio público. Una de las causas son los problemas económicos, los recortes presupuestarios y la caída de los recursos disponibles. Y la otra es la desconfianza de la ciudadanía, que empieza a dudar de la eficacia e incluso de la honestidad de los servidores públicos.

 

No cabe la menor duda que vivimos una época en que los Estados tienen problemas financieros de viabilidad. La mayoría gestiona unos presupuestos deficitarios y tienen problemas de recaudación fiscal en un contexto de empresas globalizadas. Como tampoco tengo la menor duda que hay grupos importantes de la población que han desarrollado desconfianza en la policía o la justicia, o incluso en la educación o la salud.

Históricamente estos contextos generan una tendencia al individualismo, a desentenderse del grupo y a mirar de resolver cada uno su problema por su cuenta. Empresas que miran sólo por ellas y tributan donde más les conviene, aunque no sea lo más conveniente para la comunidad donde viven. Particulares que tratan de ahorrarse el IVA en la pequeña reforma que han hecho en casa. Pero también familias que han decidido que el sistema público de salud o educación no merece defensa, o incluso gente que se quiere tomar la justicia por su cuenta. La desconfianza en el grupo genera individualismo, y por mucho que algunos lo consideren su solución, sólo para ellos, seguro que para todos los demás es un problema.

 

Hay dos conceptos omnipresentes que alimentan la idea del individualismo entre los miembros de un grupo: "háztelo tu mismo" y "empodérate"

Lo que resulta nuevo es que sean los mismos responsables del grupo quienes alimenten la idea del individualismo entre sus miembros. Hay dos conceptos omnipresentes que alimentan esta idea: “Háztelo tu mismo” y “empodérate”. Parecen ideas potentes, pero creo que esconden un veneno: en el fondo nos dicen que debes intentar no depender tanto de los demás.

Si quieres aprender a tocar la guitarra, puedes hacerlo tu mismo mirando tutoriales en YouTube. Deberías tener un huerto urbano y plantar tus propios tomates. Deberías empoderarte con tu salud. Deberías diseñar tu propio plan de aprendizaje y de desarrollo personal. Hazte emprendedor y saca tu mismo adelante tu idea. La idea subyacente es que si no lo haces es porque tú no quieres, sólo porque tú no quieres, porqué no te haría falta nadie más. Si no sabes tocar la guitarra, estás gordo o estás en el paro es básicamente por tu culpa. Empodérate de una vez y espabila. Ya lo dice el refrán: “si quieres ser bien servido, sírvete tu mismo”.

Pues no. Estoy harto de empoderarme. Yo no quiero liderar todo lo que hago y estoy encantado de confiar en el grupo. Porque por eso vivo en grupo. Porque en grupo somos mejores, aunque muchos lo duden. Yo no deseo liderar mi formación y la de mis hijos, porque me parece mucho mejor desear que el sistema educativo y universitario de mi país funcione bien, y puestos a hacer un esfuerzo prefiero trabajar para mejorar este sistema que no esforzarme para resolver sólo el caso de mis hijos.

Cada vez que los Gobiernos me dicen que debo empoderarme y asumir yo mismo mi responsabilidad, pienso en la manera de cambiarlos a ellos

Respeto el derecho de las personas a empoderarse en todo aquello que deseen, pero rechazo la obligación de tener que hacerlo. Vivo en una comunidad y mi expectativa es ser atendido dentro de las normas y pactos que hemos construido, que le llamamos sociedad. Así que cada vez que los Gobiernos me dicen que debo empoderarme y asumir yo mismo mi responsabilidad, pienso en la manera de cambiarlos a ellos.