Nos jugamos el futuro de empresas y autónomos!

29 de Abril de 2019

Las elecciones a la Cambra de Comerç de Barcelona se están planteando desde algunos sectores, interesadamente, como unas elecciones entre independentistas y unionistas. La realidad en cambio es muy clara: están en juego los intereses empresariales de compañías con posiciones de dominio versus las que no tienen ningún tipo de poder o bien es muy exiguo.

 

"Las elecciones a la Cambra de Comerç de Barcelona se están planteando desde algunos sectores, interesadamente, como unas elecciones entre independentistas y unionistas"

Mientras las grandes empresas, monopolios y oligopolios de rentas excesivas, se han organizado históricamente para defender sus conveniencias, las pymes no tienen espacio suficiente para defender las suyas, y esto provoca que se retarde la mejora de la economía.

Controlar el poder desmesurado y creciente de los oligopolios requerirá una cruenta batalla contra el statu quo creado. Aquí tienen que jugar un papel muy importante las pymes y los autónomos, porque representan el 99% de las empresas y el 70% de la ocupación. Lamentablemente, como no existen plataformas fuertes y eficaces que defiendan sus intereses, no poseen la capacidad de influencia y representación suficiente porque se tengan en cuenta sus propuestas durante la toma de decisiones de los gobiernos y reguladores.

 

Un caso aparte es el acuerdo histórico conseguido en Catalunya entre Pimec y Fomento del Trabajo después de doce años de litigios y discrepancias. Un acuerdo positivo por el país y para la economía, puesto que por primera vez se dispone de una representación justa y adecuada a las conveniencias de las pymes y los profesionales autónomos catalanes. Un acuerdo que tiene que servir de ejemplo para el resto de España.

Foment del Treball y Pimec tendrán representación institucional paritaria a todos los efectos, hecho que comporta que tendrán una distribución igual de representantes, derechos y garantías a todos los efectos.

Dicho todo esto, las Cámaras de comercio, que son corporaciones de derecho público, tendrían que ser la casa de todos los empresarios y no un lobby de 10 empresas del Íbex 35. Por este motivo, el gran reto es conseguir que las pymes y los autónomos tengan el peso que les corresponde, en representación, respecto a las grandes empresas. Los autónomos, que configuran más del 50% del censo cameral, han sido menospreciados históricamente sin que se les tenga en cuenta sus necesidades.

"Controlar el poder desmesurado y creciente de los oligopolios requerirá una cruenta batalla contra el 'statu quo' creado"

Estas elecciones son importantes, no sólo en clave de Catalunya, sino porque la Cambra de Comerç de Barcelona tiene un papel muy significativo en la Cámara de España. Y esto son palabras mayores. La influencia de la Cambra de Barcelona renovada, poniendo en valor la defensa de las pymes, puede ser devastadora para el establishment de la Cámara de España.

Los que desde hace muchos años defendemos los intereses de las pymes y los autónomos vemos como un hecho histórico que la Cambra cambie su signo y, además, podría tener un efecto mimético en el resto de las cámaras que han sido controladas por los monopolios, oligopolios y cotizadas. En contraposición, el resultado de las elecciones en Barcelona dependerá en una parte importante de los 14 miembros del plenario qué representan a las empresas de pago, que son grandes compañías.

Se tiene que insistir en obtener un compromiso de las instituciones empresariales para apoyar a las pequeñas, medias y microempresas y a los autónomos, defendiendo el capitalismo inclusivo frente al capitalismo de clientes. Las Cámaras tienen que defender los intereses generales de todas las empresas, evidentemente de las grandes también, puesto que es su razón de existir y la lucha tiene muchos vectores claves como por ejemplo mejorar el acceso y la participación de las pymes en la contratación pública; simplificar los trámites administrativos; luchar contra las prácticas restrictivas de la competencia y contra la morosidad durante las operaciones comerciales; impulsar un marco fiscal sobre los beneficios empresariales que cumpla con el principio de progresividad, rebaje los costes de cumplimiento para pymes y autónomos, promueva la continuidad y crecimiento empresarial y favorezca la capitalización en lugar de la deuda como fórmula preferente de financiación empresarial; favorecer un mercado laboral dinámico que vele por la seguridad al trabajo; reclamar, en materia energética, unos marcos normativos transparentes y establos que descentralicen la generación, faciliten la autoconsum y fijen un acceso al suministro con precios que no lastren la competitividad de las empresas.

Ahora es el momento de exigir un cambio, profundo y transformacional. Las Cámaras de comercio tienen que servirnos a todos por igual y por eso, en estas elecciones camerals, es muy importante votar.

"La influencia de la Cambra de Barcelona renovada, poniendo en valor la defensa de las pymes, puede ser devastadora para 'el establishment' de la Cámara de España"

Es la era de un nuevo "siglo de las luces", una nueva ilustración que nos ayude a extender el criterio racional de las pymes y superar barreras absolutistas de las grandes empresas. Tenemos que establecer puentes de colaboración que valoren la especialización de las pymes y los autónomos, así como su mayor capacidad de adaptación a los cambios en beneficio del conjunto del tejido empresarial, no tenemos que perder de vista que competimos en un mercado global y que las Cámaras son y tienen que ser las que ayuden el conjunto de sus 425.000 empresas censadas. Tenemos que conseguir que las empresas no sólo piensen lo que la Cámara puede hacer por ellas, sino también lo qué ellas pueden hacer para la Cámara, que necesita a sus empresas y estas la necesitan a ella, no podemos perder la oportunidad para conseguir esta simbiosis, no podemos esperar 17 años más, ni siquiera 4.