Tsunami en Telegram: la última que apague Whatsapp

10 de Octubre de 2019
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa

Los que sois usuarios de Telegram, de unas semanas acá no paráis de recibir notificaciones de contactos vuestros que se acaban de añadir. Lo sé porqué: 1) a mí me pasa, 2) a los que os pasa lo vais explicando en Twitter y 3) varios medios se han puesto en contacto conmigo para hablar del tema (todos por Whatsapp por cierto). Los que tengáis Signal también habréis notado un fenómeno similar. Un tipo de déjàvu de septiembre y octubre del 2017.

Pero empezamos por el principio: qué es Telegram? La pregunta parece trivial pero no lo es para nada. Para usted que lee VIA Empresa y para mí que lo escribo, Telegram, como Whatsapp, es una aplicación de mensajería. Para los de la ESO, uno y otro son redes sociales. Del mismo modo que Instagram es para usted "aquella red social de las fotografías y los filtros" y para  ellos es "la red social" donde estar en contacto permanente con los amigos e informarse de lo que pasa en el mundo. Esto es relevante porque en los rankings de descargas, Telegram está en la sección de Medios Sociales, compitiendo con Whatsapp, Instagram, Facebook, Tik Tok, Twitter y todo el resto.

Mirando el ranking de descargas de la App Store de Apple en España, vemos que hace una semana las primeras cuatro posiciones las ocupaban, por este orden: 1) Whatsapp, 2) Facebook, 3) Facebook Messenger y 4) Telegram. Hoy Telegram ya está en segunda posición por detras de Whatsapp (datos de todo el Estado, la información de Catalunya no la dan las app stores).

"Podemos tener el sistema de mensajería más seguro del mundo pero si encendemos el móvil ante una cámara de televisión servirá de muy poco"

Objetivamente hablando, Telegram es un Whatsapp bien hecho. Telegram almacena todos los mensajes y archivos en la nube sin límite haciendo que sean recuperables desde cualquier dispositivo. Whatsapp lo guarda todo en el móvil con los correspondientes problemas de acceso a la información y de limitación de espacio (id a la configuración de vuestro móvil y miráis en almacenamiento cuánto ocupan todos los vídeos, memes y gifs que habéis enviado y recibido). La otra gran ventaja de Telegram es que permite el registro con nombre de usuario; la cuenta no hace falta que vaya vinculada a un número de móvil.

Pero para lo que Telegram es conocido es por la seguridad y la privacidad. A pesar de que hay mucha leyenda urbana (Whatsapp es por defecto más seguro puesto que todos los chats estan cifrados entre usuarios), sí que podemos hacer de Telegram un sistema de comunicaciones mucho más seguro. Para empezar podemos crear chats secretos que funcionarán de manera cifrada como los de Whatsapp. En estos chats podemos decidir que los mensajes se borren automáticamente a partir de cierto tiempo que nuestro interlocutor los haya leído (segundos, horas, días). También podemos poner una palabra clave para acceder a estos chats secretos o bien impedir que nuestro interlocutor haga capturas de pantalla.

La pregunta de moda de estos días es cuál es más seguro de los dos (o de los tres si contamos Signal). La respuesta canónica es Telegram, pero al final dependerá del cuidado que tengamos en el uso que hagamos; podemos tener el sistema de mensajería más seguro del mundo pero si encendemos el móvil ante una cámara de televisión servirá de muy poco.

"Rusia, China e Irán han bloqueado Telegram aduciendo que no colabora con sus servicios secretos"

A pesar de todas estas características que objetivamente hacen de Telegram una plataforma segura, el aura no le viene sólo de su funcionalidad (que la mayoría ignoramos) si no de sus creadores, los hermanos Durov (a quienes la mayoría no conoce). De origen ruso y creadores de VK (el equivalente ruso de Facebook) mantienen públicamente posiciones libertarias priorizando siempre el compromiso con la privacidad de las comunicaciones de sus usuarios antes de que la colaboración con agencias de seguridad. Telegram no tiene oficinas, sus trabajadores trabajan de manera remota por todo el mundo y Pavel Durov, el CEO de Telegram se exilió de Rusia aduciendo que no había la libertad suficiente para trabajar en internet. De hecho Putin lo ha bloqueado en Rusia aduciendo que no colabora con sus servicios secretos y está efectivamente bloqueado en China e Irán donde los usuarios lo continúan usando vía VPN fuera del país.

Pero nada de todo esto ha hecho que recibas todos estos mensajes de contactos uniéndose a Telegram; lo que lo ha hecho posible es la posibilidad de hacer canales de información que podemos seguir, la esperanza del momento social y político en Catalunya y el miedo a la reacción de España. Por Whatsapp y Twitter ha corrido el mensaje de Tsunami Democràtic con un enlace a Telegram de cómo nos tenemos que coordinar a la hora de reaccionar a la sentencia del Supremo contra los presos políticos que ha llegado a ser viral.

Con buen criterio los organizadores del tsunami han decidido utilizar Telegram abriendo un canal, que cuando escribo este artículo ya supera los 102.000 usuarios —en campos del Barça, 1,0285544618— y ya es el canal de información en catalán más seguido. Un auténtico tsunami digital que me consta que ha captado la atención de la empresa. El ensayo general digital ha salido bastante bien, ahora sólo tenemos que esperar que, descontados trolls, activistas de sofá y miembros del CNI, el estreno simultáneo en villas, pueblos y ciudades del país sea un éxito de público y de crítica. Atentos a Telegram.