Hoy hablaremos de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios a la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (abreviada como "LSSI" o "LSSICE"), muy importante debido al aumento en el últimos años de la participación de ciudadanos y empresas a Internet . Así, cada vez más, toda empresa o profesional, dispone de un web para su negocio mientras que los ciudadanos nos informamos y visitamos las páginas webes de empresas para buscar información o efectuar nuestras compras.
Si disponemos de un web, además de publicar contenido sobre nuestro negocio, tendremos que cumplir con una serie de aspectos legales. Uno de ellos es el cumplimiento de la LSSI, que obliga a informar sobre quién es el titular del web y donde se puede dirigir el usuario en caso de duda o problema, así como indicar las condiciones de uso y de contratación de servicios o compraventa, en su caso.
Así, la inobservancia o incumplimiento de la LSSI podría suponer sanciones de hasta 30.000 euros, por infracciones leves, pudiendo llegar hasta 600.000 euros, en las muy graves. Junto a esta normativa, se tendrá que tener en cuenta otras como la de protección de datos, la de defensa al usuario y consumidor, disponer de una adecuada política de cookies o de propiedad intelectual.
Desde mi punto de vista, todas estas normas son importantes porque con ellas indicamos quién es cada cual en la relación contractual así como las condiciones, derechos y obligaciones de cada cual, velando tanto por la seguridad jurídica del usuario o consumidor, como de la empresa.